Cuenta la artista visual Marina Planas que en Mallorca, su tierra natal, la innovación técnica en la fotografía vino de la mano del turismo, mientras que por lo común esta siempre se ha desarrollado con objetivos militares. De ahí viene una de las posibles interpretaciones del título de la muestra que le dedica Es Baluard Museu, Enfoques bélicos del turismo: todo incluido, y que podrá visitarse (sí, de forma física) a partir del próximo martes 2 de junio en este espacio de Palma. Como heredera del archivo familiar que lleva su apellido, Planas sabe de lo que habla: una ingente colección de imágenes que reflejan el boom turístico de Baleares en las décadas de 1950 a 1980.
Su abuelo fundó la empresa Casa Planas (hoy día, nombre del centro cultural que dirige Marina) que se haría con el monopolio de la producción de postales, dando lugar a imágenes como la del célebre turista un millón. Imágenes como las que componen esta muestra, que además de aquellas tarjetas incluye fotos –clásicas y actuales– extraídas de internet y de otros archivos. A través del diálogo que establece entre ellas, Marina Planas ahonda en su investigación de la postal como artificio de lo que llama “la utopía turística” y su huella en el paisaje mallorquín a todos los niveles. También humano.
En ese hilo tejido entre visiones pasadas y presentes, también introduce las tensiones actuales en torno a la turistificación y el rechazo al mundo AirBnb, esa otra guerra. Salen a la luz los conflictos que genera el turismo a su paso arrasador por cada rincón del planeta: del exterminio medioambiental a la precariedad sociolaboral, pasando por la colonización cultural. Como en esa realidad, para la exposición en Es Baluard Museu la artista opta por la masificación, en este caso de imágenes, que se agolpan sobre uno de los muros como si fueran sombrillas en la arena o apartamentos en primera línea de playa. “Yo siempre he usado y abusado de la imagen, igual que ella me ha usado y ha abusado de mí”, admite Planas, quien no obstante sería partidaria de que se aplicase una “ecología visual” en la sociedad de hoy.
En la exposición de Marina Planas, las imágenes se agolpan sobre uno de los muros como si fueran sombrillas en la arena o apartamentos en primera línea de playa
Pero la muestra no solo se desarrolla en las paredes. La artista palmesana se atreve con una intervención del espacio museístico, que se transforma en un escenario propio del turismo de pulsera y su idealización de la (cruda) realidad, entre lo naíf y lo postizo. Lo curioso es que, con esta exposición, Es Baluard Museu inicia una línea de trabajo que apuesta por artistas locales, como la propia Marina Planas. Una iniciativa y una obra que, aunque se presentaron a finales de febrero –en la era prepandemia–, resurgen en el mejor momento posible, cuando el debate sobre el modelo de los museos y su dependencia del turista está más vivo que nunca.
Pero que no cunda el pánico. Desde todos los frentes del país se anuncia ya que el turismo también reabrirá pronto. Y sobre el sector de la construcción, podemos decir que ni el coronavirus llegó a detenerlo del todo. Playa y ladrillo forever. En España nos está quedando una crisis de postal.
Enfoques bélicos del turismo: todo incluido Marina Planas Comisariada por Imma Prieto Es Baluard Museu d’Art Contemporani de Palma Desde el 2 de junio hasta el 27 de septiembre de 2020 |
VISITA APTA PARA: Quienes se cuestionan de forma crítica el sentido de las imágenes.
VISITA NO APTA PARA: Aficionados al turismo zombi.
Genial: una exposición contra el turismo sin público porque no hay turistas que la visiten.
Pingback: Vamos todos al Congreso Nacional de Moralidad en Playas, Piscinas y Márgenes de Ríos - Jot Down Cultural Magazine
Pingback: Loiba, tu otro banco - Jot Down Cultural Magazine