Horas críticas

Un atlas de la locura

Nos encontramos ante un libro sobresaliente, que no debería faltar en las estanterías de todos aquellos que se dejan seducir por una divulgación científica preocupada por trabajar un estilo, y para la que el relato es más importante que la información, aunque al final se consigan ambos.

Leyendo Geografía de la locura, de Javier S. Burgos, no podía evitar tener presente la memoria del texto que abrió mi pasión lectora por este tipo de libros: Momentos estelares de la Ciencia, del maestro Isaac Asimov, en una de esas ediciones de quiosco que bendijo a mi generación (la misma que la del autor que ahora reseño). Javier S. Burgos ha interiorizado bien el mandato fundamental del propio Asimov: ofrecer toda la información posible sin aburrir nunca. El texto siempre manda, exactamente igual que si se tratase de una novela. Por esa asunción de estilo que es norma primera de los grandes divulgadores, lo primero que llama la atención de este libro que ha hecho bien West Indies Publishing en poner en circulación es una prosa mediada, atractiva, trabajada. Mantiene una división en pequeños capítulos que se atreve a jugar con la alteración del orden de la información, haciendo malabares con la cronología y contando cada caso usando más la técnica del relato corto que de la divulgación científica. Extraer a los personajes su esencia humana, al tiempo que se busca su síntesis científica. También he creído encontrar resonancias de los libros de Oliver Sacks en esta Geografía de la locura, sobre todo en la exposición culta y llena de referencias culturales, en la que cómo se cuenta la historia es tan importante como lo que se cuenta.  De todas las historias contenidas en el libro, quizá «El hombre que solo decía tan-tan» sea la que más se acerque al patronaje de Sacks.

«Geografía de la locura nos sitúa ante lo inexplorado para cruzar por lo conocido y llegar hasta lo que no se sabe. Nos ubica ante lo que aún no es más que puntos suspensivos y asume que el saber es una historia que no termina nunca. Ya saben que solo es sabio el aprendiz permanente»

Son dieciséis las historias contenidas en el volumen, divididas en grandes capítulos: «Los albores de la locura», «Guerra y locura», «Temblor en la locura», «Memoria y locura», «La rareza de la locura». Javier S. Burgos demuestra buen olfato para encontrar historias que contagien interés, y que además nos sirvan para entender mejor cómo funciona esa máquina tan prodigiosa como, aún hoy, enigmática que es nuestro cerebro. No podría quedarme con una favorita, porque todo el libro es interesante de principio a fin, pero si tengo que señalar uno, me quedaría con «Los retratos perdidos de Géricault», que recoge en una narrativa deliciosa el proceloso destino de los diez retratos que el célebre pintor francés realizara de otros tantos enfermos mentales, y que estaban dotados de tal maestría en el gesto y  la penetración psicológica que más parecían un caso clínico que una obra de arte. También es reseñable «Veintiocho átomos», historia ambientada en el San Francisco de 1976 que relata de manera vibrante la sórdida historia del descubrimiento de la droga conocida como MPTP, fundamental en los estudios sobre la enfermedad de Parkinson.

El prólogo corre a cargo de Alberto García Salido, intensivista Pediátrico en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús. Acierta al crear una atmósfera igualmente cultural y holística en las palabras de apertura al libro. El volumen es recopilación de algunos de los mejores artículos que Javier S. Burgos había venido publicando en la revista Jot Down, añadiendo tres que permanecían inéditos.

El mejor cumplido que se puede hacer al libro, y es algo que en leído en redes sociales en más de una ocasión al referirse a él, es que se acaba pronto. Te deja con ganas de más. Javier S. Burgos, con Geografía de la locura, ha emprendido una senda por la que sin duda volverá a transitar. Un camino al que debe volver, porque nuestro panorama editorial necesita de escritores como él, que aúnen sabiduría científica y voluntad de estilo.

 


Geografía de la locura
Javier S. Burgos
Prólogo de Alberto García Salido
West Indies Publishing
(Sevilla, 2020)
130 páginas
15,00 €

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