Etiqueta: ficción

Ficción

Fiel a su propio demonio

A Jordi y a Olga, por tanto aprendizaje. Lenin me esperó un buen rato en el aeropuerto. Desde la ciudad natal de Putin hasta París había tres horas de vuelo y el avión de Aeroflot aterrizó cerca del mediodía en una de las muchas terminales del aeropuerto Charles de Gaulle. […]

Ficción

Animales domésticos

El semáforo pasó de un amarillo intermitente a un rojo definitivo. La pickup se detuvo antes del cruce peatonal. En el interior, F y B contemplaban silenciosamente la calle. F abrió un poco la ventana y vio a dos perros que pasaron uno detrás del otro y se introdujeron en […]

Ficción

Soledad

Toco su timbre. Me abre y se abalanzan la canela, el café, dos ojos como banderas. ¿Querés pasar? Sillón, sala de espera, malvones y ortigas, tocadiscos, sillas de mimbre. Botellas de whisky y de anís. -¿Qué te pongo, linda? -Me ponés feliz. Me decido entre sus discos, mientras se apresura […]

Ficción

Nube rosa

Apesadumbrado no me encuentro. Más bien contento, animado, caliente. Caliente, caliente. Creo que así dice una canción de… ¿Rafaella Carrá? Sí. Así dice una canción de Rafaella Carrá. Lo acabo de comprobar en la internet. Me recuerda a mi mamá y a un grupo de amigas peruanas que solían poner […]

Ficción

Espejo roto

Yo tenía cerca de doce años cuando mi papá anunció que nos iríamos a vivir al campo. Para comenzar a habituarnos, fuimos a pasar el verano a una casa prestada muy antigua, de esas que alguna vez fueron bonitas. Nunca había estado tan lejos de la ciudad. El terreno era […]

Ficción

Oportunidad de negocio

En la estación de autobuses se me acercó un señor de esos a los que ya no se les calcula la edad. A bocajarro pero con corrección, me preguntó: — Disculpe, ¿está usted casada? Me pilló desprevenida. Un día, no hacía muchas semanas, me había yo congratulado de saber catalán, […]

Ficción

Por la noche

Lo primero que hace Carlos cuando llega a casa es vaciarse los bolsillos donde puede, donde primero caiga. Casa es un piso, segundo sin ascensor, cincuenta metros cuadrados los días laborables, doce los días más cabrones. En casa no hay un lugar específico donde vaciarse los bolsillos al llegar. Valdría […]