La segunda vez que la cantante calva entró en la Taberna Flotante llevaba una finísima diadema azul, que más bien parecía una línea trazada con regla sobre su frente. Nada más verla, las pocas personas que había en la taberna se marcharon en silencio. No querían volver a oír su […]
Etiqueta: La Taberna Flotante
La invitación
Desde uno de los altos taburetes de la barra, Lem contempló a la decena de personas sentadas frente a él. —Gracias por venir —dijo—. Y gracias por vuestra asiduidad, por vuestras aportaciones y sugerencias, que han hecho de un antro de perdición un lugar de encuentro. Cuando cesaron las risas, […]
Aproximación indirecta
Al convocar una reunión para hablar de la posibilidad de trasladar la Taberna Flotante a Solaris II, Lem se dio cuenta de que Casandra había desaparecido. —Es muy extraño —le dijo a Chess—, me aseguró que estaría localizable en todo momento. —Casandra es concienzuda y responsable, por lo que abduzco […]
Oniro, Olvido y Magneto
En su tercer intento por conseguir la libertad, Casandra se propuso hacer reír a su misterioso captor hablándole de los planetas Oniro, Olvido y Magneto. Las historias que contó se podrían resumir así: Durante el día, los habitantes del planeta Oniro llevan una vida gris y monótona, pues las tareas […]
Et in Arcadia…
Sentada sobre una esfera suspendida en la negrura, no estaba incómoda ni asustada, solo sorprendida de no estarlo. La bola de luz palpitante flotaba frente a ella, esperando. Tras repasar mentalmente su repertorio, Casandra empezó a contar una de sus historias favoritas: —El nombre del mundo es Bosque… —Esa ya […]
Una historia singular
Casandra se despertó sentada sobre una esfera que flotaba en una negrura jalonada de dispersos puntos de luz. Uno de los puntos se fue agrandando a medida que se acercaba, hasta quedar suspendido frente a ella a un par de metros de distancia. Era una bola informe y fluctuante del […]
La mayor aventura
La ginoide extendió sus manos (en el sentido más literal del verbo, pues sus dedos se alargaron como finos tentáculos) y acarició suavemente los cuellos que acababa de oprimir. —Mmm… Eres una virtuosa de las caricias —dijo Chess ronroneando quedamente. —Lo cual, dicho por un gato, es un gran elogio […]
Sada
Tras conectarse con Chess y admitir que era una espía de los Veladores, la geisha robot volvió a su inmovilidad de estatua, y todos los intentos de reactivarla fueron vanos. —Si es una espía, ¿por qué se ha delatado? —exclamó Lem, perplejo—. ¿Y cómo es que ya estaba aquí antes […]
La cámara de oro
Hacía más de media hora que se había marchado la cantante calva y Lem seguía inmóvil y absorto, con ambas manos apoyadas en la barra. —Creía que solo los robots dormían de pie —dijo Chess con una de sus habituales sonrisas burlonas. —Debía estar dormido, sí —respondió Lem meneando la […]