La ginoide extendió sus manos (en el sentido más literal del verbo, pues sus dedos se alargaron como finos tentáculos) y acarició suavemente los cuellos que acababa de oprimir. —Mmm… Eres una virtuosa de las caricias —dijo Chess ronroneando quedamente. —Lo cual, dicho por un gato, es un gran elogio […]
Etiqueta: ficción
Sada
Tras conectarse con Chess y admitir que era una espía de los Veladores, la geisha robot volvió a su inmovilidad de estatua, y todos los intentos de reactivarla fueron vanos. —Si es una espía, ¿por qué se ha delatado? —exclamó Lem, perplejo—. ¿Y cómo es que ya estaba aquí antes […]
La cámara de oro
Hacía más de media hora que se había marchado la cantante calva y Lem seguía inmóvil y absorto, con ambas manos apoyadas en la barra. —Creía que solo los robots dormían de pie —dijo Chess con una de sus habituales sonrisas burlonas. —Debía estar dormido, sí —respondió Lem meneando la […]
La cantante calva
Todas las miradas confluyeron en ella cuando entró en la Taberna Flotante, aunque solo Lem la reconoció. Con paso lento y pausado, casi solemne, la mujer calva fue hasta la barra, se subió a ella con agilidad felina y empezó a cantar. Era una canción vibrante y sutilmente conminatoria, en […]
La mascota
Al regresar de su paseo nocturno, Sita y Lem vieron a Teddy, inmóvil junto a la barra, en la misma posición en la que lo habían dejado. —Sigue dormido —comentó Lem en voz baja. —Vuelve a estar dormido —precisó Chess subiéndose de un salto a un taburete—. Ha estado despierto, […]
Pesadillas húmedas
Mientras Sita y Lem paseaban por la ciudad desierta, Teddy dormía junto a la barra de la Taberna Flotante. Dormía de pie, pues no tenía un sistema circulatorio fatigado por la gravedad que lo indujera a tumbarse para descansar. Y aovillado en un oscuro rincón, Chess, el gato solariano, lo […]
La Yegua de Troya
A mí me gusta hacer las cosas bien, y cuando llegó el momento de convertirme en la clásica adolescente que odia a su mamá, lo hice muy, muy bien. Durante cinco años no existió en mi imaginario esperpento más despreciable y patético que esa señora quien, sin preguntar, me […]
Orizuru
Las anticuadas piernas ortopédicas de Sita, de grafeno y espuma de titanio, eran tan delgadas como las patas de un ave zancuda y terminaban en poderosas garras de cuatro dedos, uno de ellos en oposición a los otros tres, lo que no le impedía caminar con soltura. Mientras Teddy dormía […]
Manos libres
Este relato ha resultado finalista del concurso de divulgación Ciencia Jot Down con la temática «homínidos» en la modalidad de narrativa. «El ser humano es la suma de sus acciones» (Jean-Paul Sartre) Le duele la espalda. No está acostumbrada a caminar erguida tanto tiempo seguido, y menos con una […]