Lo natural es lo híbrido

«Un día, las inteligencias artificiales mirarán atrás y nos verán como nosotros vemos a los esqueletos fósiles en las llanuras de África; todo listo para la extinción», dice el personaje que interpreta Oscar Isaac en la película Ex Machina (2014). El tiempo parece ir más raudo que nunca, sobre todo en lo que a avances de las IA se refiere: basta con repasar los últimos meses para ver cómo han irrrumpido los chatbots generativos en nuestra realidad. Una evolución que no tiene vuelta atrás pero que podría tornarse peligrosa, que seduce tanto como inquieta, que está en todas partes y en ninguna.

La exposición IA: Inteligencia artificial, que acoge el CCCB hasta el próximo 17 de marzo, llega entonces justo a tiempo porque, más que predecir hacia dónde vamos con esta tecnología de potencial suplantador, se propone hacer las preguntas adecuadas; no a la máquina, sino a los humanos. Partiendo de un proyecto del Barbican Centre, el espacio barcelonés indaga en la historia de este fenómeno tecnológico, sus usos y vínculos con la creatividad de carne y hueso, así como los dilemas éticos ante los que nos sitúa: asuntos como los criterios en el tratamiento de datos, el pensamiento artificial, la tradición narrativa al respecto o su impacto en ámbitos como el cine. Todos tenemos una opinión ante la IA, pero pocos hemos tenido ocasión de conocer los escenarios que plantea para la investigación científica y biomédica, el marco legal en el que opera o los sesgos discriminatorios que podría acarrear su uso (acaso no tan distintos a los de siempre).

Además de 25 instalaciones interactivas que exhiben algunas curiosas capacidades de estas máquinas sesudas, la exposición se nutre de una serie de potentes obras realizadas con IA y de piezas de nueva creación en torno a esta temática. Más de 80 artistas pioneros y emergentes, junto a varios centros de investigación e innovación, contribuyen al diálogo con sus fascinantes proyectos: algunos provienen de la muestra del Barbican, como Alexandra Daisy Ginsberg, Yoichi Ochiai, Justine Emard o los insignes músicos Robert Del Naja (Massive Atack) y Kode9 (Hyperdub); otros son nuevas incorporaciones, como Anna Dumitriu, Jeppe Lange, Lissette Lemus, Weidi Zhang o Maria Arnal, otra visionaria proveniente de la música.

Como recuerda la directora del CCCB, Judit Carrera, el ser humano nunca ha sido del todo independiente de la tecnología, sino parte de «un denso entramado de inteligencias múltiples, humanas y no humanas, que hoy nos habla más bien de hibridez». Mejor llevarnos bien con esa realidad mestiza.