Dio nombre al remoto planeta Oulipo, si hay que dar crédito a lo que se cuenta en la Taberna Flotante, un peculiar movimiento literario surgido en la Tierra a mediados del siglo XX, sobre el que circulan los más extraños rumores. ¿Sobre el movimiento literario o sobre el planeta homónimo? Sobre ambos.
El Ouvroir de Littérature Potentielle, fundado en 1960 en la legendaria París (conocida en su día como la Ciudad Luz), estaba integrado por escritores y matemáticos que propugnaban la fusión de sus respectivas disciplinas, y entre ellos destacaron Italo Calvino, Georges Perec, Marcel Duchamp, Raymond Queneau y François Le Lionnais.
Aunque a los antiguos oulipianos se los relacionó con los surrealistas, los patafísicos y los dadaístas, lo cierto es que transitaron por caminos muy distintos, por no decir antagónicos: no buscaron sus materiales de trabajo en el umbrío mundo de los sueños y de lo inconsciente, sino en los claros dominios de la racionalidad y la lógica, y sus herramientas fueron fórmulas y ecuaciones, algoritmos y matrices. Sus obras eran consideradas por muchos meros experimentos lingüísticos, ingeniosos divertimentos verbales sin mayor trascendencia; pero en algún momento alguien se dio cuenta de que, de forma deliberada o accidental, algunos oulipianos estaban creando sutiles estructuras verbales cargadas de un enorme potencial subversivo, poderosos memes capaces de infiltrarse en el discurso dominante para desarraigarlo de sus rutinas adormecedoras y reorientarlo hacia el juego no competitivo y la especulación desinteresada.
En un momento dado, ciertos textos oulipianos dejaron de editarse sin motivo aparente, y algunos de sus autores más destacados desaparecieron: o bien murieron prematuramente (como Perec y Calvino), o bien dejaron de escribir (o cuando menos de publicar sus escritos), y algunos cronistas creen que estas desapariciones no fueron casuales. Y que cuando el movimiento resurgió con fuerza, sus miembros más creativos no se trasladaron voluntariamente al planeta Oulipo, como se deprende de la versión oficial, sino que fueron obligados a confinarse allí para que no contaminaran las voces y los ecos de la galaxia.
Según esos mismos cronistas, quienes viajan a Oulipo son visitados luego por una muy secreta policía lingüística que los somete a todo tipo de pruebas para evaluar su grado de contaminación, y los más afectados son puestos en cuarentena antes de reintegrarse a la sociedad. Una cuarentena sumamente rigurosa durante la cual solo se les permite leer periódicos y libros de autoayuda.
ME GUSTA PERO TENGO DOS OBJECIONES. CREO QUE ROMPE CON EL ESTILO NARRATIVO USADO EN LAS ANTERIORES ONCE ENTREGAS DE LA TABERNA FLOTANTE Y POR OTRO, ESTA HISTORIA SE ME HACE MUY BREVE Y DEBERÍAS AMPLIARLA EN OTRA PIZARRA O EN POSTERIORES CAPÍTULOS.
OuLiPo (acrónimo de «Ouvroir de littérature potentielle». (1960)
Ouvroir de littérature policière potentielle (OU.LI.PO.PO.) o Taller de literatura policial potencial (1973)
Gracias por la sugerencia, FAFO. Habrá que volver al planeta Oulipo.
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