Cultura ambulante

La distante línea del horizonte

Dos revolucionarios del paisajismo español, Beruete y Regoyos, compiten por ver quién capta mejor los cambios en el aspecto de la España de fines del XIX e inicios del XX. Una visita online a la exposición que les dedica el Bellas Artes de Bilbao es una bomba de oxígeno para estos días

En su ensayo Naturaleza (editado de forma reciente y en un precioso volumen por Nórdica), Ralph Waldo Emerson escribe: «En el paisaje apacible, y especialmente en la distante línea del horizonte, el hombre contempla algo tan hermoso como su propia naturaleza». Se nos está haciendo difícil estos días dar con el horizonte y, ya puestos, el punto de fuga. Pero los curiosos y admiradores de los espacios abiertos tienen ahora una oportunidad de abrir otras ventanas que las de su casa, gracias al Museo de Bellas Artes de Bilbao.

“El viaducto de Ormáiztegui”, obra de Darío de Regoyos (c. 1896).

Este centro cultural dedica una exposición a la pintura paisajista de finales del siglo XIX y principios del XX, centrando su atención en Aureliano de Beruete y Darío de Regoyos, pero incluyendo también a sus coevos Francisco Gimeno, Agustín Riancho, Santiago Rusiñol y el luminista Joaquín Sorolla (buen amigo de Beruete, a quien retrató). Una estupenda colección de lienzos, o mejor colecciones, puesto que las obras proceden de los fondos y la voracidad pictórica de los ingenieros de caminos José Entrecanales y Santiago Corral. Nacidos ambos en la época que refleja la muestra, encarnaron un tiempo en que la ingeniería civil no solo se ocupaba de diseñar y construir infraestructuras, sino de entender los cambios que podían operarse en el aspecto del país. Y de apreciar la belleza inherente a esa forma de progreso.

Las píldoras audiovisuales de Javier Barón son oro molido para entender la trascendencia de estos dos auténticos modernizadores de la pintura española

La visita virtual a “Beruete, Regoyos y el paisaje” incluye un videoresumen del itinerario expositivo, extractos de una rueda de prensa que atrajo a un buen puñado de medios, así como una conferencia y una serie de breves píldoras explicativas sobre varias de las obras seleccionadas a cargo de Javier Barón, jefe del Área de Conservación de Pintura del Siglo XIX del Prado y comisario de la exposición. Clips audiovisuales que son oro molido para entender la trascendencia de estos dos auténticos modernizadores de la pintura española, uno en la vertiente naturalista y el otro en la posimpresionista. Como bien entendieron los regeneracionistas, el paisaje es parte de la identidad de un pueblo.

Justamente del brazo pedagógico de aquella corriente, la Institución Libre de Enseñanza, fue socio fundador Beruete (1845-1912), quien destacó entre los pintores de su generación por su cercanía a la intelectualidad. Su sensibilidad se trasluce en obras como “Huertas toledanas”, donde el punto de vista bajo destaca a la figura humana que, humildemente confundida con el paisaje, moldea esa parte de la realidad que observamos. Aficionado a la montaña, del artista madrileño podemos también disfrutar aquí sus vistas del macizo alpino “Jungfrau”, donde capta la majestuosidad de la montaña, a la vez que la avecina al punto de vista de quien mira, humanizándola.

Asturiano de nacimiento, Regoyos (1857-1913) es el plenairista cantábrico por excelencia, aunque también fue uno de los grandes cosmopolitas de su tiempo. Viajero por convicción y amplitud de miras, en esta exposición podemos contemplar “El viaducto de Ormáiztegui”, en el que anticipa su depurado “Paso del tren” y la voluntad de asomarse al nuevo paisaje industrial, con señales de humo como metáfora del cambio de aires. En “Mirando la procesión en Orduña”, por contra, es una figura humana la que aparece en primer término (observando desde el balcón, como hacemos ahora), mientras que al fondo se sitúa el monte como testigo hablante –aunque sea para revelarnos el paso del tiempo– de las tradiciones humanas.

La naturaleza existe sin nosotros, pero el paisaje no. Y aunque cuesta intuir qué horizonte tenemos en este presente vírico, el plan que nos propone el Bellas Artes de Bilbao no pinta nada mal.

 

Beruete, Regoyos y el paisaje (en las colecciones de los ingenieros José Entrecanales y Santiago Corral)
Museo de Bellas Artes de Bilbao:
https://www.museobilbao.com/exposiciones/beruete-regoyos-y-el-paisaje-282
Comisariada por Javier Barón Thaidigsmann
Hasta el 15 de junio de 2020

VISITA APTA PARA: Entusiastas del aire libre (libre de masas) y quienes intentan descifrar la belleza desde su azotea.
VISITA NO APTA PARA: Domingueros e instagrammers que no ven más allá de ellos mismos.

Un comentario

  1. Pingback: Un "travelling" por las etapas de Bilbao - Revista Mercurio

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