Hace unos días, hablamos largo y tendido en Mercurio sobre la importancia del diseño en el objeto cotidiano. Detrás de cada una de nuestras actividades más prosaicas, hay un diseñador intentando -con más o menos tino- hacernos los días más fáciles. A descubrir esa trastienda de la vida cotidiana se dedica el Museu del Disseny de Barcelona, que acaba de reabrir sus puertas tras el largo parón por la pandemia. Precisamente, la circunstancia del confinamiento nos ha puesto en diálogo permanente con todos los bienes de nuestros hogares, y muchos hemos descubierto con júbilo el acierto que supuso cambiar el sofá en febrero o con terror cuánto nos equivocamos en aquellas sillas de comedor que, por lo caras, nos parecieron cómodas. O qué bueno nos salió aquel electrodoméstico que compramos ¿hace cuánto? ¿20 años?
A toda esta serie de elementos de nuestra rutina se dedica la muestra Del mundo al museo. Diseño de Producto, patrimonio cultural, que plantea al espectador una pregunta: ¿Qué tiene que tener un objeto para pasar de un salón o un dormitorio a ocupar un espacio en una sala de museo? Cada una de las piezas expuestas está considerada una muestra representativa del diseño de su tiempo, de las diversas aportaciones materiales y técnicas propuestas por sus autores, así como de su resonancia sociocultural.
¿Qué tiene que tener un objeto para pasar de un salón o un dormitorio a ocupar un espacio en una sala de museo?
Mientras que esta institución retoma sus exposiciones temporales, esta permanente nos permite recorrer los objetos que en el futuro nos contarán cómo vivíamos, cuáles eran nuestras costumbres, nuestros gustos. Un total de 240 piezas que representan el mejor diseño industrial creado en España. Innovadores, artesanales, personalizados, desafiantes, ergonómicos, populares o evocadores, estos objetos forman parte de la Colección de diseño de producto del museo, formada por unos 2.000 objetos desde 1930 hasta la actualidad. La muestra quiere explicar al público por qué y de qué manera estos objetos se han convertido en patrimonio cultural.
Algunos sobresalen por su significación; otros, por su relevancia histórica o sociocultural. Son los exponentes, los iconos más representativos de una época o de un momento álgido del diseño. También figuran diversos prototipos, los primeros modelos de los diseñadores, mientras que otros objetos presentes se crearon de forma personalizada, al gusto del cliente o según sus necesidades. Y están también los vanguardistas, aquellos que, por primera vez, aportan una solución original que los destaca del resto.
«La muestra se detiene en los que fueron vanguardistas, exponentes de una época o que lograron ser el icono de un momento de nuestras vidas»
La muestra también se detiene en las piezas que fueron exponentes de una época, que nos remiten a un estilo o un momento álgido del diseño y que se han convertido en sus iconos más representativos. Los materiales, las técnicas, los procedimientos, la sostenibilidad, los usos y, por supuesto, los autores, son también parte de esta propuesta.
Hasta el 30 de junio, el centro ofrecerá un 50% de descuento en las entradas; también se modificarán los horarios habituales: entre semana abrirán de 15 a 21 horas; el sábado, de 10 a 19 y el domingo de 10 a 20 horas.
Del mundo al museo. Diseño de Producto, patrimonio cultural Museu del Disseny de Barcelona Exposición permanente De lunes a viernes, de 15 a 21 horas. Sábados de 10 a 19 horas y domingos de 10 a 20 horas |
VISITA APTA PARA: Quienes saben que un buen diseño es uno de los caminos a una vida más fácil y aseguran que belleza y utilidad pueden y hasta deben ir de la mano.
VISITA NO APTA PARA: Quienes aún no se han dado cuenta de que pasamos un 85 por ciento de nuestro tiempo en interiores.