Horas críticas

Libros de la semana #138

Recomendaciones literarias de la redacción de Mercurio

La literatura de los desplazados, de Lucía Hellín Nistal (Villa de Indianos)

El tercer libro que edita Villa de Indianos maneja el concepto de literatura ectópica para referirse a obras de autoras y autores desplazados, migrantes forzosos, los «fuera de lugar» según Edward Said. Doctora en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, Lucía Hellín Nistal amplía en este ensayo el tema de su tesis, basándose en la retórica cultural y la crítica literaria marxista para analizar los mecanismos de acceso, presión social, subversión de lo establecido y capacidad de innovar en temática, estructura o estilo de estos creadores. Con su irrupción desde los márgenes y su alzar la voz del otro, generan nuevos espacios de escritura que cuestionan, según Hellín Nistal, la existencia de literaturas nacionales y proponen, en cambio, una mirada entre lo local y lo universal, haciendo «de la frontera trinchera». De este modo evidencian en sus páginas, que son indefectiblemente compromiso y testimonio —es decir, verdad—, las contradicciones de un neoliberalismo que defiende un mercado global al tiempo que levanta vallas infranqueables (para algunos). Como muestran los ejemplos en que se detiene este riguroso y apasionante estudio en su tramo final, de la etíope Maaza Mengiste a la turca Emine Sevgi Özdamar, La literatura de los desplazados ataca a la estructura de ese sistema y propicia «un antídoto contra la escritura de un presente que borra y naturaliza los mecanismos que generan la desigualdad».

APTO PARA: Fans de la literatura errante, nómada, de tránsito, migrante, híbrida, sin billete de vuelta.

NO APTO PARA: Los que solo ven en estos movimientos una agenda, la amenaza de contaminación e invasión.


Borriquitos con chándal, de Rafael Sánchez Ferlosio (Debate)

Los escritos sobre la educación, la enseñanza y el deporte que recopila este libro, publicados entre 1972 y 2012 en diarios, revistas y suplementos nacionales, resumen la visión del escritor Rafael Sánchez Ferlosio en torno a los modos y costumbres de transmitir conocimiento en nuestro país: asuntos, entre otros, que conciernen al nivel socioeconómico como factor de exigencia académica, la enseñanza de la Historia como fomento de la identidad nacional o la invasión de lo público por lo privatizado, incluido el «derecho de intervención que se concede a los papás y las mamás de los alumnos». En tal sentido, y de ahí el título del texto que da nombre a este volumen, Borriquitos con chándal, en el contexto pedagógico reciente han tenido mucho peso la televisión, la publicidad y el negocio deportivo como ámbitos que «mejor se adecuan al liberalismo y a la economía de mercado». Como señala Ignacio Echevarría en su presentación, las ocho leyes educativas que llevamos en democracia son indicativas de la instrumentalización política que se hace de un aspecto tan crucial. El autor de El Jarama, magistral narrador al que muchos descubrirán como excelente ensayista en estas páginas, cuestiona la misma idea de educar, que entiende como apropiación y aculturación; se trataría en todo caso de instruir para que sea el alumno quien obtenga su propia experiencia. Ahí reside el saber, nos enseña Sánchez Ferlosio.

APTO PARA: Lectores críticos y reflexivos, siempre alerta para resistir al adocenamiento y el atontamiento general.

NO APTO PARA: Lectores del Marca, absentistas del conocimiento, defensores de la universidad de la calle.


El club de los unicornios, de Paula Solanas Alfaro (Península)

Este libro desmonta el relato mítico de éxito de las empresas con base tecnológica poniendo el foco no en Silicon Valley, sino en la versión «más asequible y sin tanto brillibrilli» dentro de nuestras fronteras. El club de los unicornios, término con que se designa a los negocios milmillonarios y sostenidos por grandes fondos de inversión, analiza las cuatro mayores startups de implantación patria y lo que esconde esa mágica imagen, así como las ficciones de la sobredigitalización: sus nocivos efectos sobre patas básicas de la economía como el mercado laboral o el inmobiliario. Periodista especializada en estos ámbitos que hoy se cruzan de manera imperceptible, cuenta Paula Solanas Alfaro que pasó más de cinco años observando en sus reportajes la nula transparencia de proyectos empresariales que aspiraban a esta categoría, y brinda una interesante reflexión: las empresas del capitalismo de plataformas saben casi todo sobre nosotros, pero nosotros apenas sabemos nada sobre ellas. La autora ofrece una investigación bien documentada que destapa falacias en torno al emprendimiento y la innovación, el incumplimiento de derechos y leyes, la precariedad y los ambientes laborales tóxicos, incluyendo el testimonio de trabajadores y activistas, pero también el punto de vista de las compañías y un epílogo en el que no rehúye la autocrítica, pues habría que empezar por cuestionar la ética de los periodistas que blanquean estas prácticas.

APTO PARA: Haters del perverso idealismo cínico de estas empresas, ciudadanos con escrúpulos sociales.

NO APTO PARA: Los que compran las historias wonderful del Silicon Valley español, aunque todos lo paguemos cada vez más caro.


En las montañas de la locura, de H. P. Lovecraft (Ediciones T&T)

Si quienes leen por primera vez los clásicos, según Italo Calvino, han de hacerlo «en las mejores condiciones para saborearlos», esta lujosa edición de En las montañas de la locura está más que justificada. En puridad, la que aquí reseñamos es la segunda versión de una publicación limitada que extiende este ambicioso proyecto para dar lustre a la obra maestra de terror y ficción especulativa («catedral de lo weird», la define Emilio Bueso) concebida hace casi un siglo por H. P. Lovecraft. Una novela corta en que el autor de Providence coge al lector por las solapas desde su mismo arranque: «Me veo obligado a romper mi silencio porque los hombres de ciencia se han negado a seguir mis consejos sin saber qué los provoca». Ese dilema constante del narrador, entre evocar los hechos empíricos y omitir los detalles escabrosos, se observa también en las sugerentes ilustraciones de Daniel Puerta; perfecto acompañamiento a la descripción de criaturas abominables y del sobrecogimiento que produce atisbar los límites de la cordura. «Las palabras que lleguen al lector no se acercan siquiera a sugerir la horrenda magnitud de la visión», y sin embargo vaya si se acercan en este festín para la imaginación y la vista, que incorpora además los interesantes apéndices de Luis A. Madorrán —sobre posibles fuentes de inspiración— y Carlos Gurpegui —sobre adaptaciones en la cultura popular—. Una fastuosa celebración del horror cósmico.

APTO PARA: Lovecraftianos redomados, retoños oscuros adoradores de Cthulhu, Yog-Sothoth, Nyarlathotep y esa peña.

NO APTO PARA: Impíos de los mitos primordiales gestados por el autor del célebre Necronomicón.

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