Entrevistas

Pere Ortín: «Ha llegado el momento de otros periodismos que reconozcan que son solo una ficción de lo real»

Pere Ortín, autor de «Periodismo DaDá»

Pere Ortín Andrés (Sagunt, 1968) es periodista como primera y principal ocupación. En este ámbito, ha dirigido la revista de cultura viajera Altaïr Magazine, además de formar parte de las redacciones de La Vanguardia y Televisión Española, entre otros medios en los que ha cultivado el reportaje internacional, también en labores de editor. Interesado por las narrativas periodísticas críticas, alternativas y periféricas, ha dirigido, guionizado y producido varios documentales y obras de videoarte, a menudo en relación a su interés por los discursos poscolonialistas. Tras la publicación, el pasado año, de su primera novela gráfica, 10.000 elefantes (Reservoir Books, 2022), junto al artista guineano Nzé Esono Ebale, acaba de ver la luz su primer libro de «ensayo collage», bajo el título Periodismo DaDá.

¿Qué es el periodismo Dadá?

El #PeriodismoDaDá es…
Una propuesta crítica, lúdica y práctica para pensar y hacer, ensayar y disfrutar, otros periodismos que discutan las lógicas del periodismo convencional informativo, tópico y cliché, una tradición inventada en la Inglaterra del siglo XVIII y hoy convertida en un tradicionalismo conservador hecho en el s. XXI con los dogmas de fe del s. XX.

Una propuesta crítica, irónica y lúdica, que desafía la lógica perversa del periodismo basado en el triángulo que forman tres conceptos que hoy se demuestran disfuncionales e inútiles: información-noticia-actualidad.

Una propuesta activa para experimentar otros periodismos disidentes y contaminar nuestros periodismos con otras ideas y lógicas, con otros modos, ideas, sentimientos y razones; para crear otros periodismos concebidos de y desde otros intereses más allá de las lógicas machistas, clasistas, racistas y extractivistas de gran parte del periodismo informativo convencional que yo llamo Ga-Gá porque está oxidado y es viejo.

Una propuesta crítica para discutir el domino apabullante de lo que llamo #Necroperiodismo, ese que perpetran periodistas disfrazados de soñadores de apocalipsis cotidianos que nos dicen que la muerte, la violencia, el dolor, el desastre y el horror son las únicas narrativas importantes y cotidianas posibles para entender el hecho humano.

En definitiva…
El #PeriodismoDaDá es experimentación y pasión por contar historias periodísticas de otros modos, con otras ideas, con hedonismo ético y sin nihilismo cínico. Es una búsqueda activa de la belleza más allá del cruce de caminos entre unas palabras, tan hermosas como inofensivas, y unas imágenes periodísticas y documentales convertidas, cada día más, en mercancía, en mero y redundante reclamo publicitario. Es el intento de inventarnos una nueva tradición más allá de ese periodismo neopositivista y naíf de raíz anglosajona, hecho por periolistos que actúan como agrimensores de la realidad y narran la complejidad de la vida y los sentimientos humanos con unas herramientas y métodos de conocimiento muy muy humildes y, como si fueran contables, asumen, por ejemplo y entre muchas otras cosas, que los datos no tienen ideología y son reales. Es una invitación honesta para salir de la cárcel del periodismo informativo convencional tópico y cliché; para liberarse y crear otros procesos periodísticos novedosos con los que tratar de entender la compleja, tragicómica y paradójica vida de los seres humanos a partir de periodismos diversos, situados, bastardos, fronterizos, anfibios y forajidos que no buscan respuestas, ni tampoco la verdad de los contables, sino esa belleza única que se esconde tras todo signo de interrogación

¿De dónde surge el libro?

Me apasiona el ejercicio del periodismo que he practicado en muy diversos medios, por medio mundo, desde hace más de 30 años y considero que hay muchas cuestiones de esa tradición que son válidas y muy respetables, pero a una tradición se la respeta de verdad cuando se la piensa y se la practica de forma crítica hasta el fondo y hasta el final.

En los últimos años he reflexionado, a fondo y de forma (auto)crítica, sobre cómo otros periodismos (en plural) podrían explorar otras realidades (en plural) utilizando otras herramientas narrativas (en plural) pertenecientes a otros lenguajes expresivos (en plural) desde fuera de la tradición periodística. Son exoperiodismos, periodismos desde fuera de la tradición del periodismo convencional.

Con la llegada de nuevas y poderosísimas plataformas digitales globales que son más potentes, eficaces y rápidas que todos los medios de comunicación juntos, no podemos seguir haciendo lo mismo y en base a poco más o menos las mismas ideas de hace unos decenios; diciendo poco más o menos lo mismo que entonces y apelando a las mismas ideas centrales que hace unos pocos decenios para defender la utilidad-necesidad de nuestro trabajo.

Ante esa situación y frente a la quejadera habitual del gremio informativo, que parece un coro de plañideras alrededor de un cadáver en una tragedia escrita por García Lorca, yo prefiero buscar desde una ética activa y propositiva diferente. Algunos colegas me dicen que el #PeriodismoDaDá es una utopía, pero no… eso es una isla que se inventó Tomás Moro en el puerto de Amberes. Lo que es una distopía es seguir pensando que con hacer, poco más o menos, algo muy parecido, más allá de la tecnología utilizada, en cuanto a géneros, formatos, ideas y propuestas a lo que hacíamos en el año 2000 va a ser suficiente para seguir siendo el cuarto poder que se acostaba con el poder o lo derribaba con sus investigaciones y denuncias. Eso ya no es así y, en ese sentido, el #PeriodismoDaDá es pura necesidad porque la crisis de los medios y de los periodismos informativos convencionales (que cada día resultan menos atractivos e interesantes y que se rechazan más de forma consciente y activa, como se puede observar en los datos reiterados de la encuesta global de periodismo que elabora el instituto de la Agencia Reuters) no es solo una crisis de modelo económico, narrativo, de contenidos y formatos, es una crisis de sentido: ya no somos (ni mucho menos) lo que dijimos ser; ya no hacemos lo que dijimos hacer; ya no servimos para lo que lo dijimos servir.

¿Por qué hay que desconfiar del periodismo convencional?

El periodismo convencional tópico y cliché está hecho en el siglo XXI con las ideas y los dogmas del s. XX. Su manera tradicional de contar la realidad se ha convertido, en estos últimos decenios y más allá de algunos cambios de tecnologías, técnicas y formatos diversos, en un tradicionalismo conservador: una suerte de neopositivismo naíf que sigue sin asumir que los hechos, aunque son autónomos, resultan totalmente insuficientes para explicar con idea de entender la extraordinaria complejidad de la vida, las acciones y los sentimientos de los seres humanos.

Es ese periodismo convencional informativo que adora el dato y desprecia el relato; ese que sigue hablando de «objetividad» y niega su propio perspectivismo. Es el periodismo en el que yo me formé y que he practicado durante años en diversos medios, pero ¿cómo seguir confiando en un periodismo que vive en ese país llamado pasado en el que las cosas se pensaban y hacían de otros modos? Si el periodismo convencional, más o menos como lo conocemos ahora, fue una tradición inventada en Inglaterra hace unos siglos… ¿por qué no podemos inventarnos hoy nuevas tradiciones periodísticas? Eso es, en el fondo, lo que trato de buscar y hacer con el #PeriodismoDaDá, que utiliza el espíritu y algunas de las ideas irónicas críticas de la vanguardia DaDá de principios del siglo XX en Europa que desafiaron al arte burgués para desafiar, primero, a mí mismo y a mi periodismo, y luego, a la tradición burguesa de mi trabajo.

En ese sentido, ha llegado el momento de otros periodismos que reconozcan, por fin, que son solo una (otra más) ficción de lo real o, si lo prefieren, una más o menos honesta ficción verdadera basada en hechos reales pero que, como toda creación humana sin excepción, al contar manipula.

Periodismo Dadá es un libro artesanal que está en las antípodas de un manual de periodismo, ¿el formato es una declaración de intenciones o un estado vital?

Yo digo que es un libro-mezcal, hay que leerlo-beberlo a sorbos chiquitos porque su propuesta crítica es intensa y profunda. Es un antimanual de periodismo y también es una declaración de intenciones que en su interior contiene, cómo no, un manifiesto. Es, además, un estado mental, crítico, sensible y riguroso —en lo personal y en lo profesional— sobre esto que hago y hacemos de contar y contarnos el mundo. Es una apuesta personal por el pensamiento crítico a partir de haber hecho y pensado el periodismo durante muchos años, en diversos medios y de muchas maneras, por medio mundo.

¿Artefacto o libro?

Ambos. Forma parte de un proyecto más amplio que he desarrollado con la Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) en Colombia, que me ha apoyado en el ejercicio de reflexión a partir de un proyecto internacional que desarrollamos junto al académico colombiano Omar Rincón y la periodista mexicana Paty Godoy y que se tituló El mejor periodismo está por venir, y que también se publicó en forma de libro, se puede descargar aquí. En esa línea y para ir más allá surge este libro orgullosamente hecho a mano, analógico y manuscrito. Es un artefacto periodístico y cultural que busca ser bello en todos los sentidos. Además, lo que contiene en el interior, con sus textos e imágenes collages, con sus mapas mentales y dibujos, es un ensayo creativo en la forma clásica de libro, muy bien editado en Bogotá (Colombia) por la Fundación FES gracias al trabajo de Omar Rincón, Daniela Bojórquez y el diseño de Mario Trigo.

El libro está lleno de mapas conceptuales y gráficos hechos a mano. ¿Se puede combinar arte e inteligencia artificial?

Es un libro hecho con la lógica del laboratorio, del ensayo. Mi cerebro es como una cafetera italiana que cuando hierve hace ruido. Los mapas conceptuales y los gráficos que hago son como el café. Son mi manera de pensar y crear en proceso. Además, me resulta muy placentero enseñar ese proceso de pensamiento creativo crítico, para dudar en colectivo al compartirlo.

No solo se puede combinar el arte con la IA, sino que se debe. Yo soy usuario profesional y académico de Open AI y he hecho algún ensayo sobre ello entre mis últimos trabajos: me resulta un asunto fascinante lo que ya hace hoy y, sobre todo, lo que la IA hará mañana. Habrá muchos peligros y problemas, seguro. Habrá nuevas emergencias éticas gigantescas, seguro, que se sumarán a las otras emergencias y desigualdades que ya tenemos (climáticas, ambientales, sociales, de género, racistas, de clase, migratorias, políticas, tecnológicas, etc.). Todo eso es cierto y por momentos muy preocupante, pero no me interesa nada y sirve de bien poco participar desde la quejadera en las distopías apocalípticas que estigmatizan el futuro, me parecen profundamente conservadoras: analizan las soluciones que los humanos tomarán mañana en función de los conocimientos del hoy, y eso es muy tramposo. Me interesa mucho más proponer reflexiones éticas criticas atractivas y buscar la belleza del pensar periodístico. Con la IA habrá que fijar muchos y nuevos límites y será muy difícil que los responsables de la IA admitan ir más allá de sus lógicas brutales de beneficio-poder-control. No será nada sencillo. Será otro reto más que sumar a todos los anteriores. En todo caso, ya sabemos que el futuro nos ama, pero no nos necesita.

¿Qué aporta el collage en la transmisión de la información?

El ensayo collage es mi manera de escapar (en la medida que puedo) a unas palabras periodísticas escritas tan bellas como inofensivas y a esas imágenes fotográficas (so called) documentales convertidas, cada día más, en un mero reclamo publictario.

El ensayo-crónica collage me permite trabajar desde el disenso; crear una forma particular, genuina, rebelde y desobediente de disentir del periodismo convencional. Me da más margen de maniobra sobre lo que puedo pensar, crear, contar. El ensayo-crónica collage me da también la oportunidad de crear un espacio lúdico en el que recomponer palabras e imágenes que, a pesar de existir, ya no cuentan. Mi crónica-ensayo collage, como procedimiento sometido al azar y creado con las manos, es un impulso visual y vital que en su atractivo refleja mejor que otros lenguajes los desafíos narrativos de un hoy caótico y muy complejo. Es como una explosión de puntos de vista, un torbellino de pensamientos-sensaciones-ideas con direcciones paradójicas y contradictorias, como la vida misma. Con su aparente complejidad constructiva y sus posibilidades diversas, me permite abordar la vida que aparece como un batiburrillo simultáneo de ruidos, colores y ritmos.

El ensayo-crónica collage me permite asumir que la narración de la Verdad (en singular y mayúsculas) no existe porque es siempre una perspectiva…
plural,
extraña,
engañosa,
multidimensional,
multisensorial,
fragmentada,
paradójica,
caótica.
Para mí la realidad es como un collage imposible de pensar, asir, contar, describir, reflejar con un solo medio y lenguaje. El ensayo-crónica collage me permite hacer un trabajo periodístico genuino que puede ser inspirador para resultar emancipador en la cabeza y el corazón de quien lo ve, lo percibe, lo siente.

Pere Ortín, durante una de las presentaciones de su libro en Colombia y México

¿Puede ser digital el periodismo Dadá? ¿Quizás tiene su espacio reservado en Instagram?

Yo he publicado mis crónicas en revistas digitales y acabo de entregar en estos días un ensayo collage crítico sobre el racismo antiafricano que se llama África contra Hegel o la suciedad del color blanco. Pero quiero aclarar que el periodismo Dadá es una idea abierta y múltiple que no se hace solo en formato collage. Esa es la técnica que yo utilizo y que me interesa mucho, pero el periodismo Dadá es una exploración que se puede hacer con muchas ideas diversas y de muchas maneras; con formatos y narrativas muy diversas: bordado por madres que buscan a sus hijos desaparecidos en la frontera norte de México; en un teatro de Buenos Aires en forma de poesía documental o como la receta de una comida informativa; en el directo de una radio comunitaria del caribe colombiano o dibujado en una revista feminista para que una realidad compleja se parezca a un cómic; también en formato de una conversación de WhatsApp o en un live de YouTube o Instagram, claro que sí.

De hecho, ya está sucediendo con el trabajo de cientos de plataformas y creadores periodísticos individuales y colectivos que asumen que lo importante no es el formato-producto, sino el proceso-creación. El otro día estaba en Ciudad de México en un taller de formación con el equipo de periodistas de la revista Corriente Alterna MX y Kenia, una joven periodista del equipo, me planteó una pieza-pregunta periodística DaDá hecha con lenguaje de signos y para TikTok. ¡Era brillante! «Times are changing», cantó el premio Nobel de literatura Robert Allen Zimmerman, y eso sigue siendo cierto hoy, aquí y ahora.

¿Cómo se puede crecer en los márgenes sin ser marginales?

Pues a partir de crear otras formas de funcionar. A partir de crear nuevas lógicas de laboratorio con las que desarrollar artefactos autónomos e inacabados como formas situadas de pensamiento periodístico en proceso; formas críticas para desafiar las lógicas perversas mainstream del necroperiodismo. Se trata de sondear, ensayar, testar, tantear, experimentar, practicar, equivocarse con otras necesidades, respetos y cuidados con nuestras historias y sus protagonistas. Se trata de ir más allá y desobedecer; de apostar por otras ideas más allá de la competencia, el indiviualismo, el machismo, el racismo, el extractivismo y el clasismo, tan habituales en gran parte del periodismo informativo convencional, tópico y cliché.

¿Hay una sensibilidad en México diferente a España en relación a lo artesano en el ámbito de la edición?

Sí. No solo en México… en Colombia, Argentina, Venezuela, El Salvador, Honduras y Paraguay he encontrado una sensibilidad diferente entre muchxs periodistas y no solo en cuanto a la edición o lo artesano, sino sobre la importancia de lo que supone la creatividad editorial y periodística y también sobre la necesidad de hacer las cosas de formas diferentes, de otras formas independientes.

En muchos casos es una especie de necesidad-impulso vital-personal-profesional de supervivencia profesional y creativa en medio situaciones muy complicadas desde el punto de vista social, económico y político. Admiro mucho sus trabajos y les tengo muchísimo respeto y cariño a mis colegas y amigxs periodísticas críticos y creativos de medios chiquitos de América Latina que, en muchos casos, no solo se juegan la vida personal y profesional cada día por hacer este trabajo digno sino que, además, tratan de hacerlo mejor y diferente. Representan muy bien esa paradoja humana bien conocida a lo largo de la historia: la creatividad surge tanto en las situaciones de bienestar como en las situaciones problemáticas de necesidad, esas en las que la creación podría parecer un lujo imposible.

¿Es el periodismo Dadá una narrativa transmedia?

Sí. Es puro transmedia porque atraviesa, cruza y mezcla ideas, medios y formatos diversos para ir más allá del sentido que tiene una única narrativa, medio o técnica.

¿Cómo se lleva el periodismo Dadá con la cancelación? ¿Analiza la obra junto a su autor?

No creo que el Periodismo DaDá como idea tenga una opinión formada sobre ese asunto. Si me lo preguntas a mí, como su creador y de momento y aunque por poco tiempo único miembro de ese colectivo, te diría que en esto del periodismo (no solo en el periodismo) hay mucho cinismo e hipocresía. No tengo ni idea de si se puede separar la obra de su autor. En todo caso, si te contestara un dadaísta, te diría que «todo dadaísta está en contra de DaDá», así que mañana la respuesta podría ser diferente.

En las redacciones de los medios ya hay tantos expertos en marketing digital como periodistas, ¿se puede escribir y publicar fuera del ecosistema de Google?

Se puede y se debe. Es una obligación.

¿Tiene sentido publicar sin tener visibilidad?

Te responderé a la gallega: ¿Tiene sentido publicar lo mismo o algo muy parecido a lo que publica todo el mundo, todo el tiempo, para tener visibilidad? Mi respuesta a tu pregunta es sí. Mi respuesta a mi respuesta gallega es no. Creo que se pueden pensar en colectivo, crear y practicar otros periodismos voluntariamente rebeldes y desobedientes; que se niegan a obedecer las reglas, que no quieren ser hegemónicos, ni masivos, ni tampoco autoritarios. Esos son, de hecho, los periodismos que más me interpelan y más me interesan.

¿Qué te parece el proyecto de Sembramedia en América?

No lo conozco en profundidad. Leo sus informes y estudios, como Punto de inflexión, y veo sus programas para analizar la sostenibilidad, los impactos y las amenazas de los emprendimientos de medios digitales de América Latina. Me parece un enfoque interesante. Todo suma para pensar y dudar más y mejor, pero no es la parte que más me interesa y, además, tiene un poco ese marcado aspecto Gringo / Business model que no es mi estilo. Entiendo que se deben abordar esas cuestiones aunque, en muchas ocasiones, desearía que entráramos mucho más al fondo en las éticas y en las estéticas del cómo hacemos un supuesto negocio comercial sostenible con nuestros periodismos.

¿Por qué no hay avance en la ortodoxia?

Después de todas las falsas revoluciones artísticas del pasado, nadie en su sano juicio puede decir (sin ironía) que el arte cambia el mundo. Así mismo, tras todos los fracasos de ayer, hoy y siempre del periodismo informativo de investigación o denuncia nadie en serio (sin ironía o sorna) puede decir que el periodismo cambia el mundo. En ese contexto y desde ese punto de vista, planteo la necesidad de abordar hoy nuestro trabajo desde la heterodoxia y la desobediencia ante cualquier discurso ortodoxo con voluntad de dominio autoritario, ya que el único lugar al que nos conduce ese tipo de pensamiento-acción ortodoxa es el aburrimiento y su consecuencia mayor, el hastío, o sea, el aburrimiento absoluto.

¿Está el periodismo Dadá en la Universidad?

Tengo la suerte de poder compartir ideas en la Facultad de Periodismo de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), donde tienen a bien concederme el honor de enseñar en la misma facultad en la que yo estudié periodismo. Trato de transmitir pasión por este trabajo y por el rigor y la creatividad con la que se puede poner en práctica. Trato de enseñarles, sobre todo, desobediencia intelectual contra el periodismo informativo convencional mustio, insustancial, copia de copia de copia… ese más de lo mismo de todos los días. Espero ayudar a pensar y crear periodismo de otros modos sólidos, atractivos y diferentes.

¿Hay fake news en el periodismo Dadá?

Por supuesto. ¿En que ámbito de la vida humana no hay paparruchas? Forman parte intrínseca de lo que somos, aunque no nos guste.

¿Qué periodismo está por venir?

El periodismo DaDá es solo uno de esos otros mejores periodismos que están por venir (algunos ya han llegado), hechos por —jóvenes y no tan jóvenes— inventorxs de futuros posibles, soñadorxs activxs, situadxs y sensibles, llamados a crear, también desde los periodismos, un mundo diferente, un poquitito menos pior.

Son unos periodismos situados que aprenden de forma crítica de la tradición, pero que se niegan a encerrarse en la cárcel de ese tradicionalismo que practican esos tristes periolistos gagá, viscosos, vanidosos, pretenciosos y ególatras; esos reprimidos informadores o cronistas conservadores (de todo signo y condición ideológica) siempre opuestos a todo lo extraordinario; esos apestosos perseguidores de la verdad de los contables, vendedores de aire frito que hoy comercian suscripciones a precio de saldo digital a cambio de unas noticias actualizadas que ya tiene todo el mundo, ahora que ya ni siquiera se creen sus propias mentiras disfrazadas de supuesta objetividad.

En esta situación, cuando sus universidades y academias; cuando sus maestros y sus redacciones, sus gurús, petrifican el periodismo de ceros y unos que aparecen en la pantalla del móvil, más muertos que vivos, como copias repetitivas, roñosas y sin personalidad… en ese justo momento las palabras y las imágenes, huyen hacia los dominios de la fiesta, del baile, la música; de las artes y de los poetas; de los locos y de los niños que juegan; todos artistas de la cotidianidad viva que buscan y encuentran, de forma natural, sin ínfulas pretenciosas, novedosas formas periodísticas fronterizas, bastardas y anfibias de transmitir realidad y verdad de otros modos. Ahí están ya esos mejores periodismos que están aquí para desafiar las lógicas e ideas del periodismo informativo gagá y que nos dibujan la vida como un collage multiforme y multisensorial; caótico y atractivo; monstruoso, bello, violento; dulce y también horroroso; lindo y maravilloso a la vez. La realidad, la vida, estúpida, finita, hermosa y desagradable… tal y como es.

¿Dónde podemos conseguir Periodismo Dadá?

Periodismo DaDá es un libro objeto orgullosamente hecho a mano, que ojalá nos ayude a dudar más y mejor y que se puede descargar aquí  ??
https://library.fes.de/pdf-files/bueros/la-comunicacion/20157.pdf

También es una película de ensayo collage titulada Error 404. En movimiento y a contracorriente y una serie de conferencias performativas así como talleres de formación creativa, en los que se aúna el trabajo práctico periodístico con el pensamiento crítico y la producción artística, que ya he presentado en Bogotá y en Ciudad de México y que voy a presentar en otros lugares de América Latina donde la creatividad periodística esta ya mucho más viva que en España.

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