Que si en un ejercicio de asociación libre te digo «Lovecraft» me vas a responder «insondable», «horror» o «cósmico» es tan cierto como que la Tierra gira alrededor del Sol o que la ciudad hundida de R’lyeh tiene una geometría no euclidiana. Las obras del autor de Providence nos llevan de manera irremediable a levantar la vista y escudriñar las estrellas y sobre todo el vacío que las separa. No es por tanto ninguna sorpresa, aunque sí una enorme alegría, descubrir que Lovecraft dedicó su tiempo no sólo a crear universos ficcionales sino también al estudio y divulgación de la astronomía.
El Astronomicon y otros textos en defensa de la ciencia (El Paseo, 2021) esconde en su interior una sugerente recopilación de algunos de los textos más didácticos de Lovecraft en su papel de aficionado científico y defensor de la astronomía frente a la charlatanería de los astrólogos. Un conjunto de textos que no sólo permitirán ahondar más en las ideas y propuestas del escritor, sino que también servirán de excelente resumen del conocimiento que existía en aquel entonces sobre nuestro universo y que, visto desde la perspectiva del saber actual, en algunos momentos casi que se nos antojará más propio del ámbito de la ciencia ficción.
Por suerte, la selección de trabajos realizada por Óscar Mariscal, también traductor del volumen, logra evitar cualquier sensación de lectura enciclopédica para acercarse más al terreno del ensayo más personal. De esta forma se dan de la mano un conjunto de textos de marcado carácter didáctico cuyo cometido es presentarnos a los actores principales (planetas, estrellas, nebulosas) junto con otros que entran en algunas de las polémicas existentes por aquel entonces. Es en estos últimos artículos donde Lovecraft demuestra la avidez con que leía las últimas publicaciones científicas y conocía al detalle el estado de la cuestión de los debates más punteros y, sin la necesidad de ser un experto en la materia, se lanza con el cuchillo entre los dientes a discutir y rebatir cuantas ideas caen entre sus manos. La existencia de Vulcano, la posibilidad de viajar a la Luna o la probabilidad de vida en Marte son teorías despiezadas por el autor para compartir un punto de vista nunca nacido de la pura especulación sino de la deducción surgida de lo constatable.
La parte más divertida de estos ensayos es, sin embargo, esa pequeña cruzada personal contra la astrología con que cierra el volumen. A lo largo de una simpática polémica epistolar y periodística con J.F. Hartmann podemos vislumbrar con claridad al Lovecraft más apasionado de la ciencia, pero precisamente por ese exceso de pasión, también al más humano y falible, por momentos incapaz de escribir desde la contención y dejándose llevar por los arrebatos que le provoca esa práctica tan alejada del método científico. Los argumentos de Lovecraft, a veces casi indistinguibles de la rabieta más pueril, serán un tremendo divertimento para quien quiere profundizar en la psique del hombre tras los horrores de Cthulhu y compañía.
El Astronomicon hará las delicias de los interesados en una época en la que la astronomía aún dejaba espacio a las propuestas más arriesgadas y, por supuesto, de los lovecraftianos con interés por conocer esas otras ocupaciones con las que su autor predilecto perdía el sueño. Sin entender la atracción por el universo real que le rodeaba es imposible acabar de comprender su manera de acercarse a esos otros universos nacidos de su prolífica imaginación. Una materia prima que, junto a las pesadillas del autor, han dado lugar a la cosmogonía tal vez más conocida de nuestra literatura. Universos que engendran universos. Terror que engendra terror.
El Astronomicon y otros textos en defensa de la ciencia H. P. Lovecraft Trad. de Óscar Mariscal el paseo Editorial (Sevilla, 2021) 232 páginas 20,95 € |