Quién tiene la culpa, si es que es culpa, o a quién hay que agradecer, que un intento cualquiera de hacer una buena selección de libros sobre feminismo para celebrar desde la lectura este 8M, se haya convertido en una tarea titánica por lo mucho que hoy día se publica al respecto. Cuando desde Mercurio ya planteamos este dilema a Luna Miguel hace unos meses, ella concluía dando este título al resultado de su reflexión: No es exceso de feminismo, es exceso de mercado. Y continuaba diciendo «lo excesivo aquí no tiene que ver con el discurso, sino con quien desea apropiárselo en su favor —económico, tal vez, likeable, si esa expresión existe— y no es capaz de investigar más allá de lo que se ha escrito».
«El boom feminista ha insuflado nuevos aires a la sección de ensayo. Los libreros han tenido que crear nuevos espacios para acoger el fondo sobre la materia»
Desde las librerías, el boom del feminismo ha insuflado nuevos aires a la sección de ensayo. Los libreros han tenido que crear nuevos espacios para acoger el fondo editorial sobre la materia, que cada vez es más amplio. Y, cuando el librero se toma en serio su trabajo (y créanme que está obligado a ello, si quiere mantener la salud de su librería, teniendo que seleccionar el fondo de una manera artesanal), la tarea de delimitar lo que es una buena aportación a la sección de lo que es un mero copypaste más, la minuciosa labor de filtro se hace cada vez más difícil y delicada.
Afortunadamente, los ojos que deambulan y miran la mesa de novedades están cada vez más curtidos, son más exigentes y es más difícil dárselas con queso. Quiero pensar que se huele a la legua cuando un libro da el cantazo de oportunismo. La corriente tiene hasta su propio estilo editorial, es casi un anzuelo más que un libro y, como te descuides, te lo llevas a casa sin darte cuenta de que en realidad te llevas las manos vacías. Portadas chillonas, algo de ilustración colorista, morado o rosa a como dé lugar, un puñado de caras o iconos reconocibles, si cuela, y unas tripas repletas de tópicos, lugares comunes, poca reflexión y cosas consabidas. Puede ser la que creen que es la receta infalible para vender un libro a la moda de estos días. Y vender libros es necesario para el mercado editorial, pero vender malos libros, no. Esa es la guerra de las librerías cuidadas: seleccionar. Hoy día no hay librería que se precie sin una buena sección de feminismo.
«La corriente tiene hasta su propio estilo editorial: portadas chillonas, ilustración colorista, morado o rosa y un puñado de caras o iconos reconocibles»
Así que en nuestra figurada mesa de novedades, primero haremos una selección de los habituales más solicitados de la materia para neófitos, docentes, familias, amantes del supremo arte de la listografía y para todos aquellos que se han perdido en el desmadre editorial. Aclaro, solo y exclusivamente bajo ese criterio, sin aspiraciones de genealogía (esa labor requeriría una tesis o un mapeo exhaustivo que no es el objeto de este texto). Una suerte de equipaje básico feminista, un antídoto contra la ausencia total de entrenamiento reflexivo sobre el tema. Considera esta lista como una invitación a proponer títulos para configurar una nueva, más rica y testada de los libros que deberían estar en tales secciones de las librerías.
Una habitación propia, Virgnia Woolf. Ed. Austral, 2016.
Teoría King Kong, Virginia Despentes. Ed. Random House Mondadori, 2018.
Herstory: una historia ilustrada de las mujeres, María Bastarós/Cristina Daura/Nacho Moreno. Ed. Lumen, 2018.
Monstruas y centauras, Marta Sanz. Ed. Anagrama, 2018.
Feminismo para principiantes (Cómic Book), Nuria Varela/Antonia Santaolaya. Ed. B, 2018.
30 maneras de quitarse el sombrero, Elvira Lindo. Ed. Seix Barral, 2018.
Los hombres me explican cosas, Rebecca Solnit. Ed. Capitán Swing, 2016.
La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres, Siri Hustvedt. Ed. Seix Barral, 2017.
Ella pisó la Luna, Belén Gopegui. Ed. Random House Mondadori, 2019.
Todos deberíamos ser feministas, Chimamanda Ngozi Adichie. Ed. Random House Mondadori, 2016.
10+1.Feminismo ilustrado, María Murnau/Helen Sotillo. Ed. Montena, 2017.
Son solo 10 +1 de los habituales imprescindibles, un “no debe faltar” en el que seguro que muchos seríamos capaces de reconocer hasta las portadas a un primer vistazo. Y conseguir eso, es una proeza. El boom del feminismo ha generado un impacto editorial histórico; ha creado una sección con entidad particular en nuestros espacios, adquiriendo rango independiente de la materia en la que se inscribe: antropología (cada librería tiene el privilegio de confeccionar su propio mapa, el orden que rija la jerarquía de sus materias).
El boom ha traído también nuevos lectores. Es increíble cómo el impacto del feminismo ha conseguido que muchos lectores vuelvan a las páginas con la necesidad de investigar, de instruirse en la materia, de estar al día en el tema del que hoy en día es obligatorio ubicarse, tener una coordenada clara. Y son lectores de todas las edades. Leer tu primer libro sobre feminismo está adquiriendo la categoría de rito iniciático. Y sí, lo sabes, mayoritariamente se trata de lectores, en neutro, que son lectoras. No en vano el perfil de lector frecuente, según dice el Barómetro de Lectura y compra de libros 2019, es mujer de 55 años, en núcleo urbano, y universitaria.
A partir de aquí, nuestra contribución consiste en proponer nuevos títulos que aspiren a quedarse como fondo de armario de nuestras lecturas. No seamos lectores complacientes, buscando en los libros la simple confirmación de nuestro modo de pensar; eso se llama aborregamiento. Es necesario plantearse el reto de sumergirse en libros sobre feminismo que nos sean provocadores, son necesarios para entrenar nuestra capacidad crítica. Esa que se atrofia si no le damos oportunidades de ejercitarse. Cuidémonos de permitir que nuestro músculo crítico se vuelva fofo y nos haga dóciles y manipulables.
«Para que nuestro músculo crítico no se vuelva fofo, proponemos una serie de títulos recientes llamados a ser imprescindibles en el futuro»
Para ello proponemos una serie de títulos recientes a los que podríamos estar atentos para ver si las sospechas se cumplen: varios de estos están llamados a ser parte de los imprescindibles futuros. Son otros resurgimientos históricos, nuevas voces, nuevas perspectivas. Algunos son incómodos, asumamos el reto de su lectura, saquemos conclusiones propias, incorporemos nuevas voces y discursos, si tuviéramos que hacerlo, pero tampoco haya pudor alguno de repudiar lo que no alcanza: haremos una pira con lo que nos sobre.
Más políticas para otra política, Ángela Paloma. Ed. Machado Libros, 2020.
El género y nuestros cerebros, Gina Rippon. Ed. Galaxia Gutemberg, 2020.
El feminismo en 35 hashtags, Sonia Reverter/ María Medina-Vicent. Ed. Catarata, 2020.
Voces de periodistas españolas del siglo XX, Bernardo Díaz Nosty. Ed. Renacimiento, 2020.
Maldita feminista. Hacia un nuevo paradigma sobre la igualdad de sexos, Loola Pérez. Ed. Seix Barral, 2020.
¿Será que soy feminista?, Alma Guillermoprieto. Ed. Random House Mondadori, 2020.
Las invisibles. ¿Por qué el Museo del Prado ignora a las mujeres?, Peio H. Riaño. Ed. Capitán Swing, 2020.
Entendiendo el patriarcado, Bell Hooks. Ed. Piedra Papel Libros, 2020.
Si las mujeres mandansen. Relatos de la primera ola feminista, ed. y prólogo de María Casas Robla. Ed. Siruela, 2020.
Urbanismo feminista. Por una transformación radical de los espacios de vida, Col-lectiu Punt 6. Ed. Virus, 2019.