Entrevistas

Hotaru Visual Guerrilla: «Nos gusta creer que cuando el público se acerca a nuestra obra también se acerca un poco más a la naturaleza y a otras realidades alternativas»

Hotaru Visual Guerrilla es un estudio creativo especializado en arte digital, conocido por la creación de experiencias visuales inmersivas que fusionan elementos orgánicos y tecnológicos. Dirigido por Ander Ugartemendia y Jone Vizcaino, su trabajo explora la intersección entre la ciencia, la naturaleza y la tecnología, buscando siempre la combinación perfecta entre elementos orgánicos y digitales, invitando al público a visualizar realidades alternativas. Su trabajo abarca el diseño, las instalaciones inmersivas, el «motion graphics» y el «projection mapping». En proyectos como Lurrazala para Tabakalera combinan arte digital y fotografía, con imágenes capturadas por los propios artistas en los alrededores de la costa del Kursaal. La pieza visual invita al público a reflexionar sobre la interconexión y la transformación constante de nuestro mundo. En general, el enfoque del estudio invita a imaginar futuros posibles a través de una estética futurista y experimental.

¿Cómo surgió la idea de crear Hotaru Visual Guerrilla y cuál es el significado detrás del nombre?

(Jone) Fue un proyecto que se inició mientras yo estaba estudiando diseño. En esos momentos Hotaru era un colectivo de varios compañeros de clase que se dedicaba principalmente a los visuales en directo o “VJing” para fiestas y eventos. Con el tiempo los compañeros fueron dejando el proyecto y nos quedamos sólo Ander y yo. En ese momento decidimos tomarnos el proyecto más en serio y orientarlo hacia la creación de arte digital y el Projection Mapping. Hotaru significa luciérnaga en japonés. La verdad es que fue un nombre que ni siquiera ideamos nosotros, fueron nuestros compañeros, pero decidimos mantenerlo.

¿Cómo os conocéis? ¿Qué aporta cada uno al proyecto?

(Ander) Pues cuando surgió Hotaru nosotros ya éramos pareja desde hacía 4 años, por ello cuando los demás compañeros decidieron dejarlo nos fue más sencillo seguir desarrollando el proyecto por nuestra cuenta.  Yo me dedico a la parte más técnica del proyecto y Jone se dedica a la parte más creativa, aunque la verdad es que los dos enredamos un poco con todo.

Vuestro trabajo destaca por integrar elementos orgánicos y tecnológicos, ¿cómo describiríais el proceso de encontrar equilibrio entre ambos en cada proyecto?

La mayoría de nuestros proyectos son site specific por lo que siempre tenemos que tener en cuenta la arquitectura y el entorno que rodea la obra, de esa manera al final siempre hay un punto de inicio que nos determina un poco como queremos que sea el resultado final. El equilibrio entre los distintos elementos surge de forma bastante natural, nos gusta mucho experimentar y probar diferentes opciones hasta que damos con algo que nos parece interesante. A partir de ahí seguimos desarrollando y refinando hasta conseguir el resultado que queremos.

El enfoque futurista y experimental de vuestras obras ha atraído mucha atención, ¿cuáles son vuestras principales influencias creativas en el campo del arte digital?

La verdad es que crecimos en la década de los 90s y 00s y en esa época hubo una oleada de influencias futuristas que creemos que caló muy hondo en nosotros. Artistas como Chris Cunningham y el trabajo que hacía con Aphex Twin, Bjork, etc fueron algo que nos impactó mucho cuando éramos pre-adolescentes. Hoy en día artistas como Aujik o Tobias Gremmler nos parecen muy inspiradores. 

Lurrazala, vuestra obra reciente proyectada en la fachada del Kursaal, invita a reflexionar sobre la transformación del mundo natural. ¿Podríais contarnos más sobre el proceso creativo detrás de esta pieza?

Desde el inicio del proyecto tuvimos que tener ciertas características técnicas en cuenta, ya que es una fachada bastante especial. Eso ya nos marcó un camino a la hora de plantearnos como podía ser el proyecto. Después teníamos claro también que queríamos acercar al público esa fusión entre naturaleza y estructuralidad, bastante característica en nuestros trabajos. Partiendo de esa base surgió la idea de utilizar fotografías de la naturaleza del entorno y manipularlas digitalmente para crear composiciones abstractas y al mismo tiempo darle un carácter más personal a la pieza.

¿Cuál es la relación entre la arquitectura de Rafael Moneo en el Kursaal y la obra Lurrazala? ¿Cómo encajó esa conexión en vuestra visión artística?

Mientras estábamos haciendo nuestro proceso de investigación para crear la pieza nos topamos con una cita del arquitecto Rafael Moneo en la que se refería al Kursaal en resumen como “Dos rocas varadas que rinden tributo a la geografía”. De esa manera decidimos que capturar la geografía de la costa e incorporarla en la pieza podía ser muy buena idea.

¿Cómo ha sido la colaboración con Tabakalera y qué importancia tiene este tipo de espacios culturales para proyectos como los vuestros?

La colaboración con Tabakalera ha sido genial y nos ha dado la oportunidad de mostrar nuestro trabajo a la gente de nuestra ciudad que de otra manera hubiera sido más difícil. La figura de Tabakalera es clave en una ciudad como Donostia para apoyar e impulsar una visión más contemporánea del arte entre la ciudadanía y también entre sus visitantes.

El comisariado de Irma Vilà i Òdena ha sido clave en la presentación de Lurrazala. ¿Cómo fue trabajar con ella y qué aportó a la pieza desde su perspectiva?

Trabajar con Irma ha sido un placer, gracias a ella todo el proyecto ha ido sobre ruedas y su visión y extensa experiencia en la disciplina del new media art nos ha aportado mucho a la hora de conceptualizar y desarrollar el proyecto.

Vuestro trabajo ha sido presentado internacionalmente en países como Japón, Emiratos Árabes Unidos y Alemania. ¿Cómo varía la recepción de vuestro arte en diferentes culturas?

Pues la verdad es que no notamos demasiadas diferencias. Al ser obras abstractas suelen ser bastante bien acogidas por públicos diferentes. Puedes encontrar públicos más acostumbrados al arte contemporáneo en algunos lugares que en otros, pero creemos que eso tiene más que ver con la actividad cultural de la ciudad donde se expone y no tanto con el país en sí.

El arte digital es un campo en constante evolución. ¿Cómo mantenéis vuestro enfoque innovador y os adaptáis a las nuevas tecnologías?

Está claro que en esta disciplina es muy importante estar al día de las nuevas tecnologías, pero creemos que tampoco hay que perderse demasiado en el camino probando cada cosa que sale. Intentamos valorar si ese nuevo avance tecnológico va a tener un impacto significativo en nuestro trabajo o no para decidir si incorporarlo, ya que es imposible abarcar cada cosa nueva que sale. En nuestro caso creemos que es más importante crear un lenguaje visual propio y utilizar la tecnología con un propósito más específico.

¿A qué desafíos os enfrentáis al crear obras que exploran la convergencia entre la ciencia, la naturaleza y la tecnología?

El principal desafío suele ser técnico. Muchas veces queremos crear algo que se sale de nuestro conocimiento y suele tocar investigar y aprender cosas nuevas. Al final es parte del proceso, ya que la filosofía de nuestro estudio se basa en la experimentación. Antes de crear las piezas dedicamos tiempo a experimentar con nuevas técnicas o softwares, de esa manera siempre surgen nuevas formas de expresión que incorporamos a las piezas posteriormente.

Lurrazala es la sexta obra proyectada en la fachada del Kursaal dentro del Irekiak Gallery Weekend. ¿Qué os inspira al crear una obra específica para un entorno tan singular?

Ha sido un proyecto muy enriquecedor ya que además de ser nuestro primer proyecto en nuestra ciudad también ha sido sobre un edificio tan icónico como el Kursaal.  Partiendo de la base de que Nosotros vemos el arte digital como una disciplina artística más nuestras obras generalmente utilizan la naturaleza como inspiración vimos que el Kursaal y su entorno eran el lugar idóneo para crear una de nuestras obras y ha sido genial tener esta oportunidad.

Vuestra estética futurista es muy característica. ¿Cómo creéis que este estilo influye en la forma en que el público experimenta vuestras obras? Es difícil saber cómo influye una obra en el público. Cada persona crea sus propias interpretaciones de lo que ve, especialmente cuando se trata de obras abstractas. Nos gusta creer que cuando el público se acerca a nuestra obra también se acerca un poco más a la naturaleza y a otras realidades alternativas.

¿Qué papel juegan la fotografía y los elementos visuales capturados en la creación de obras como Lurrazala?

En el caso concreto de la pieza Lurrazala, la fotografía no se utiliza de un modo convencional, sino que la llevamos a un software 3D donde la manipulamos y mezclamos con otros elementos 3D. Nos gusta mucho trabajar con simulaciones de partículas porque para crearlas usamos fuerzas físicas que se encuentran en la naturaleza como la gravedad, la turbulencia, etc.

¿Qué importancia tiene para vosotros la sostenibilidad y el impacto ecológico en la creación de arte que reflexiona sobre la naturaleza?

Nuestras obras en cierto modo son un reflejo de nosotros mismos, y en nuestro tiempo libre nos gusta disfrutar de la montaña y de lugares naturales, así que es inevitable que nuestra obra gire en torno a eso y que invite al público a reflexionar sobre su relación con el entorno natural.

¿Podéis contarnos sobre algún proyecto futuro en el que estéis trabajando y que os emocione especialmente?

Acabamos de pasar unos meses bastante atareados donde hemos presentado varios proyectos en China, Estados Unidos y Alemania. Ahora tenemos un poco de margen para experimentar, que es lo que más nos gusta.  En estos momentos, estamos probando nuevas técnicas que visualmente nos parecen muy interesantes y estamos bastante emocionados en pensar como implementarlas en nuestros futuros proyectos. Tenemos varias propuestas, pero nada que podamos anunciar de momento.

¿Cómo veis el futuro del arte digital y el papel que desempeñarán estudios como Hotaru Visual Guerrilla en su desarrollo?

Nosotros vemos el arte digital como una disciplina artística más. Hace relativamente poco tiempo que se acuñó el término, y se le puso nombre a eso que para muchos era un modo de expresión y poco a poco vemos cómo se va desarrollando una disciplina con sus diferentes variantes. A medida que avanza la tecnología es apasionante ver como diferentes creadores van trabajando con diferentes metodologías y creando magníficas obras de arte. Suponemos que el arte digital estará cada vez más integrado en la sociedad, pero es muy difícil hacer una predicción de cómo va a evolucionar al ser una disciplina tan cambiante y que depende tanto de los avances tecnológicos.

¿Qué consejo daríais a artistas emergentes que deseen explorar la intersección entre arte, ciencia y tecnología?

Les diríamos que no tengan miedo a explorar, que mantengan viva su curiosidad y que desarrollen una actitud de aprendizaje continuo.

¿Qué os gustaría que el público se llevase de la experiencia visual y emocional de contemplar una obra como Lurrazala?

Nos gustaría que se llevaran una experiencia estética como quien mira un paisaje o el mar, y que desconectaran, aunque sea un momento de lo que lo que acontece en sus vidas (y en sus smartphones).

 

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