La idea de «Blanca Navidad» nació en Broadway, Nueva York, de la mano de uno de sus compositores más famosos, allá por 1942, y ese color en referencia a la nieve se ha extendido como un tópico por todo el mundo. Pero ¿cómo hubiera sido el villancico si Irving Berlin, su creador, hubiera recibido la inspiración en Sevilla?
Sueño con una naranja Navidad
una como las que conocí
en las calles de Sevilla
donde las calles brillan
con la misma luz de noche que de día.
Y no todos estarán de acuerdo en que naranja es el color de Sevilla, aunque cualquiera que la haya visitado coincidirá en que la combinación de tonos de sus calles, sumada al efecto del sol y el grado de humedad, crea una tonalidad excepcional. El Instituto Pantone lo definió como naranja #FFAB60, pero el emblema institucional de la ciudad alterna el grana y albero, y en sus comunicaciones encontramos lo mismo un amarillo vivo que un naranja intenso. Difícil quedarse con un único color cuando su color es tan único. Pero cuando se trata de su Navidad, definitivamente tenemos que inclinarnos al naranja. Pues entre luces, mercadillos y celebraciones, los miles de naranjos sevillanos lucen sus frutas. El adorno más auténticamente navideño de su árbol.
Aunque más que reescribir un villancico o decidir un color, lo más navideño del mundo es venirse a conocer la otra Navidad, la sevillana. En cada uno de sus barrios, rincones y calles la Navidad ilumina y calienta los corazones de día, de noche, entre amigos, familia y parejas recordando el verdadero y único espíritu de la época. Ser un poco más feliz o hacer por serlo. Aquí, ni que decir, se facilita, de un modo que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo. Claro que la blanca Navidad solo puede ser naranja aquí.
Iluminación navideña naranja
El alcalde de Sevilla se ha reafirmado en la vocación de convertir la ciudad en el mayor referente navideño español. Algo que ya está calando, si pensamos que Telecinco retransmitirá las doce uvas desde aquí. El espectáculo lumínico del año será sin duda Navigalia, proyectado en la zapa de Triana, la lámina de agua o el muelle de la Sal, donde cada año atracan los Reyes Magos, y que narra una historia sobre espíritu navideño sevillano. Gradas para 12.500 personas, desde el 20 de diciembre, y con tres pases diarios, a las 20:00, a las 21:00 y a las 22:00 horas. En ese barrio, el de Triana, los puentes de Triana, San Telmo y Los Remedios se iluminarán por primera vez, y será también un espectáculo. Porque el río, como un espejo, refleja cada luz. Aunque no hará falta quedarse ahí, cada rincón de Sevilla cuenta en estas fechas con su iluminación.
Inari, la Laponia naranja
Una iniciativa insólita, pero también muy de Sevilla, es recrear un pueblo lapón en veinte mil metros cuadrados del Palacio de Congresos y Exposiciones. Inari contará con la casa recreada de Papá Noel, granja con animales, atracciones infantiles y juveniles, nevadas artificiales y gastronomía. Una gran pista de espectáculos, en horario de 17:00 a 20:00 horas a diario, con exhibiciones de aves rapaces y obras de teatro sobre temática navideña. También pasacalles y el espectáculo circense Los sueños de Kyara. Más un mercadillo navideño en la plaza exterior de Fibes, con food-trucks para comer, merendar o cenar. Y para terminar el día, desde las 19:30 hasta las 21:15 horas, el espectáculo de iluminación y sonido La aurora boreal.
Pista de hielo naranja
En el muelle de las Delicias, junto al río, la ya tradicional feria navideña Sevilla On Ice contará otra vez con una gran pista de patinaje sobre hielo para adultos, otra para pequeños, karts y un tobogán sobre hielo. Desde la noria, el espectáculo de contemplar la ciudad desde más de 50 metros de altura.
Infancia naranja
En Las Setas de la Encarnación, Setalandia es una mezcla de parque de atracciones, mercado navideño, teatro y centro de espectáculos cruzado por pasacalles y pintacaras. Se ha convertido en una de las favoritas de los niños.
Mercadillos naranjas
La Feria del Belén, junto a la Catedral y hasta el 23 de diciembre, reúne todo lo que puede necesitarse para montar uno, desde el de Playmobil al más clásico. Hasta Reyes, regalos y puestos gastronómicos en la Plaza de la Magdalena, con churros y castañas. La Feria de Artesanía en pleno centro de la ciudad, con artesanos nacionales e internacionales. Y en la zona de los muy futboleros, donde el Sánchez-Pizjuán, el mercado de navidad en el Distrito de Nervión incluye decoraciones típicas, artesanías, dulces y regalos.
Es lo más señalado, pero no lo único
En realidad la oferta navideña de Sevilla es mucho más amplia. Conciertos, musicales, exposiciones… la ciudad milenaria donde la cultura y el espectáculo, la gastronomía y la belleza, jamás se toman un respiro, tampoco lo da a sus visitantes, no importa las veces que vuelvan para contemplar ese color, tan único.