En verso

Un arcángel manchado de hollín

Yo creo

Yo creo que somos un pueblo vegetal.
¿De dónde, si no, la calma
Con que aguardamos a las hojas caedizas?
¿De dónde, si no, la valentía de
Dejarnos resbalar por el tobogán del sueño
Hasta cerca de la muerte,
Con la seguridad
De que podremos volver
A nacer de nuevo?
Creo que somos un pueblo vegetal.
¿Es que alguien ha visto alguna vez
Un árbol sublevándose?

 

Tú atraviesas

Tú atraviesas la niebla
Y sé que la atraviesas,
Basta para que las nubes
Ya no me parezcan frías,
Ataúdes insaciables
Que se hinchan para abarcar
La humanidad entera
En la polvareda de agua
Que inconsistente y agria
Fermenta en el aire.
Tú atraviesas la niebla:
Claro y alto, un espíritu
Regidor de los significados
De la muerte extrae mundos
Que tiemblan asombrados
Mientras tú los guías sin esfuerzo
Cogiéndolos por los hombros
Para que no tengan miedo:
Tú atraviesas la niebla
Y tu ojo escinde
Lógicas sendas
En el caos de siempre;
Tú la atraviesas, amor,
Y yo sé que la atraviesas…

 

Cada vez más

Cada vez me parezco más a mí
Cuanto más a mí me soy ajena;
Ha matado la intención el devenir
Y ha enfangado en la culpa a la promesa.

Edad tras edad he sido siempre
La que hacia la orilla va empujando
Una ola tras otra, pero siempre
La destruyo después de haberla alzado,

Ola tras ola, así triturada,
Siempre se vuelve más fina la arena;
Idéntica a mí misma, así mi cara,
Cada vez más ajena.

(traducción de Viorica Patea y Natalia Carbajosa)

 

 

 

Un arcángel manchado de hollín
Ana Blandiana
Galaxia Gutenberg
(Barcelona, 2021)
480 páginas
24,00 €

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