Crónicas desorbitadas

Detrás de la gloria: las memorias de una deportista de élite

Detalle de la cubierta de Catorce veces ocho mil de Edurne Pasaban

Ellas han sido las grandes medallistas, nadadoras veloces, montañistas determinadas y golfistas minuciosas. Por hoy, cuentan sus historias para retratar a mujeres de éxito, pero con sueños alcanzables.

Aprovechar el poder que historias como las vividas por muchas atletas femeninas de éxito tienen es también dar rienda suelta a una tendencia capitalista que mueve millones en términos de capital. Pero, si bien esta es la realidad en nichos tan diversos como el de consumidores de textos biográficos que el mercado editorial redobla como libros de autoayuda, usuarios profesionales de las casas de apuestas nuevas en España o los estudios cinematográficos que desde Hollywood buscan su próximo biopic de éxito, cabe creer que estos textos tienen trascendencia social. Una que provendrá no del éxito financiero de sus ventas, sino de las sociedades que demandan consumirlas y, con el tiempo, abrir el camino para que no se vuelvan singularidades estereotípicas sobre mujeres deportistas.

Cada historia es personal y, aun tras el tamiz del interés editorial, guarda una verdad sobre nuestros tiempos. Por ello, he aquí cinco historias de mujeres que han labrado su éxito en los deportes.

Nací luchando, Amaya Valdemoro

Curiosamente, una comadrona anunció que Amaya Valdemoro nacería niño al verse incapaz de escuchar los latidos de su corazón. La predicción fue errada pero no por eso menos fatua, ya que sin haber cumplido el año una enfermedad misteriosa la puso al borde de la muerte. Amaya Valdemoro es una nativa de Alcobendas y es la cuarta máxima anotadora en la historia de los Mundiales de baloncesto, la tercera con más puntos en un partido. En esta narración, que no escatima en los detalles borrascosos que hacen a un editor imaginar la portada incluso antes de dar el contrato por firmado, nos cuenta de todo: los años de soledad en Rusia, sus encuentros con Clinton y Bush, y más, mucho más.

El agua o la vida, Gemma Mengual

La autora es una de las principales figuras de la natación sincronizada en el mundo. Gemma Mengual, nacida en Barcelona un 12 de abril de 1977, es una deportista española que participó en cuatro Juegos Olímpicos de Verano, obteniendo dos medallas de plata en Pekín 2008. El libro, si bien bastante breve, narra su experiencia de una manera rápida y sin complicaciones, estableciendo su trayectoria, así como su decisión de abandonar su carrera, reemplazando lo que carece en detalles con una meditación personal de lo que la llevó al éxito.

Catorce veces ocho mil, Edurne Pasaban

El libro nos cuenta de una Edurne Pasaban como ingeniera técnica industrial de la municipalidad de Guipúzcoa, con talento innato para moverse en la montaña, un interés compartido con sus compañeros de adolescencia, pero que luego sería seducida por una vena competitiva que la llevó a buscar cimas más allá de los Pirineos. Cuando tenía quince años, se le enseñó a escalar en roca: un año después, se encontraba ascendiendo el Montblanc. Así, nos regala una historia de superación personal para quien busca del brío necesario para lograr lo imposible. En su caso, el coronar los únicos catorce picos que superan los ocho mil kilómetros en el planeta.

Puedo porque pienso que puedo, Carolina Marín

Como jugadora de bádminton junior, consiguió varias medallas en certámenes e incluso varias victorias internacionales frente a jugadoras profesionales. Ya en categoría senior, continúo creciendo, hasta conseguir las 26 medallas de su palmarés. Después de alcanzar el puesto número uno del ranking mundial, en 2015, en enero de 2019 sufrió uno de los momentos más difíciles de mi carrera al romperme el ligamento de su rodilla derecha. Sin echar mucho a perder de la lectura, Carolina vive un final feliz: pero su historia de superación es de no perderse.

Soñar en grande, Lorena Ochoa

La golfista mexicana Lorena Ochoa se encontraba en el culmen de su carrera cuando anunció su retiro, a tan solo dos años de ingresar a su Salón de la Fama. El anunció creó verdadera sorpresa entre colegas y espectadores que no hace mucho la felicitaban por haber sido nombrada la jugadora número uno del mundo. Lo cierto es que, para entender esta decisión apabullante, Lorena se toma el tiempo para contar los momentos clave que la llevaron al triunfo, pero, también, a hacer la paz consigo misma y su carrera al ver a otra jugadora tomar el puesto por el que luchó por tanto tiempo.

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