Cuando las grandes almas mueren, el aire a nuestro alrededor se vuelve ligero, raro, estéril. Respiramos apenas. Nuestros ojos apenas ven con una claridad que duele. Nuestra memoria, de pronto agudizada, examina, rumia en las palabras bondadosas no dichas, los prometidos paseos que no dimos. El relato de ciencia […]