La pradera parece no tener final y las flores cabecean al viento como niñas absortas. Son vincapervincas, rojas vincapervincas que se mueven gráciles en el aire de la tarde. Pero las vincapervincas son azules; tú, al menos, nunca has visto una vincapervinca de color rojo. Sí azules, moradas y vincapervincas […]