Ensoñaciones

Semejanzas y fronteras entre lenguaje hipnótico, onírico y literario

Ilustración: Trinidad Ballester

Pesadilla sísmica

El temblor de la casa me despierta. Temo que la viga que hay en el techo de la habitación se nos caiga encima. Guardo silencio y me quedo quieto, el temblor es suave, casi imperceptible. Creo que está cediendo, aunque el miedo no se me pasa.

Mi mujer y mi hija duermen. En ese momento, mi mujer se despierta agitada por mis movimientos.

—¿Notas que la tierra tiembla? — le digo. Me contesta que no.

Me levanto de un salto de la cama, todo parece estar en su sitio. Empiezo a comprender que estaba soñando algo inquietante, oía fuertes ruidos en mi pesadilla que aceleraron mi pulso, dormía boca abajo, mi pecho y mi cara transmitieron mi temblor al colchón, el cual me lo devolvió como un terremoto.

Lo comprendo de pie, a metro y medio de mi cama y a oscuras. En el mismo momento en el que me desvelo, a eso de las cuatro de la madrugada.

(Abril de 2010)

El afán del ser humano por la interpretación de los sueños generó las bases del lenguaje hipnótico, que se centra en la evocación, por eso nos aporta muchos patrones y técnicas de trabajo para la inducción a trance. El relato literario comparte también el objetivo de construcción de la realidad por parte del oyente. Más que dar consejos o aportaciones, lo que buscan estos lenguajes es conectar con lo que ya sabe el oyente y potenciar su intuición.

El lenguaje hipnótico y el de los sueños tienen grandes similitudes. Los hipnotizadores han tomado como referencia del lenguaje onírico, su forma de hablar para inducirnos al trance. No en vano, la mente inconsciente capta muy bien el lenguaje hipnótico porque le lleva a la ensoñación. Por eso me parece muy interesante que conozcas ese lenguaje para que puedas inducirte al trance y, cómo no, interpretar su lenguaje. Porque al final, insisto en que se trata de eso, de que puedas obtener los beneficios del sueño sacando el foco del hecho de dormir. La literatura creativa cubre una función parecida en la construcción de la realidad.

Cada hora y media, aproximadamente, entramos en un trance más o menos ligero que dura alrededor de veinte minutos.

En estos ritmos ultradianos, la conciencia detiene su atención al exterior y se vuelca hacia el interior de la persona para revisar el estado de la vida y sus procesos más inconscientes como la digestión, el funcionamiento del corazón o el metabolismo hepático o renal, la incorporación de nutrientes o del oxígeno a la sangre. Este tipo de actualización se produce cada noventa minutos de modo no consciente.

En esos momentos, también se produce el aprendizaje profundo y significativo. Esto quiere decir que, normalmente, el aprendizaje más relevante no se obtiene cuando estamos escuchando el tema que intentamos aprender, sino más tarde, en el siguiente ritmo ultradiano que va acompañado de cierta ensoñación.

Te proponemos explorar la relación, frontera y puntos de encuentro que tiene el sueño con la experiencia de trance hipnótico y cómo esta puede inducir a un sueño de calidad. También queremos advertirte que cuando llegues a visitar esa frontera, ésta se moverá y cambiará de lugar.

Patrón de trance. Aceptar lo que es.

(Stephen Gilligan. Basado en el trabajo de Milton Erickson)

Acepta lo que aparece y sigue hasta el próximo paso… lo que está ahí… acéptalo del todo, aunque estás interesado por lo que va a seguir… date cuenta apenas de lo que está apareciendo… estás sentado y tu cabeza se mece un poquito y vas a ir entrando en un trance… no hay necesidad de controlar… puedes controlar de muchas maneras diferentes… descubre lo que hay dentro de la experiencia…y con este poema construye un trance.

Cuando entras profundamente en trance encuentras un poema… quizá ya lo puedes ver… experimenta lo que puedas experimentar… este es el camino de la auto hipnosis… una simple técnica… sólo es para llevarte dentro de ti… cuando llegas ahí encuentras cosas inesperadas, incluso contradictorias.

No te resistas, acepta la resistencia… nos excitamos cuando las técnicas fallan. Para que el trance funcione, la técnica tiene que fallar… si la técnica funciona al cien por cien no estás llegando al inconsciente… solo constatas que eres una persona dócil y aplicada… la técnica es sólo para estimularte… cuando la técnica encuentra la resistencia la absorbe, no te resistas a la resistencia… tampoco digas: soy resistente… cuando eso comience empieza a envolverlo… ¿no es un bonito regalo? Siente algo diferente a resistir la resistencia… debes poder abrazar eso… dejarte expandir… esperar… tu curiosidad. Aprecia tu resistencia y agradécele todo lo que hace por ti… obsérvala con atención como si observaras a un niño… No fuerces nada, una parte está dejando emerger y la otra está recibiendo…

Siéntate con la columna recta… para vivenciar las emociones de una forma más alineada y atenta. La columna es como un ascensor que transporta las emociones y los sentimientos.

El primer paso en la hipnosis es tener una postura centrada y equilibrada. No muy para adelante, ni muy para atrás… ni muy a la derecha, ni muy a la izquierda… focalizando las manos y más allá de las manos. Tocándose y apenas dejándose ir… tras unos minutos te empiezas a organizar.

Ahora percibo la música y dejo que esta música me lleve más profundamente en un trance… respiro y aún voy más adentro de un trance reparador… me doy cuenta de cómo me voy expandiendo para adentro de un campo…y permito que ello me transporte a un campo de curación… respiro y llevo la respiración para abajo a un trance de cura y ahora me doy cuenta que siento alguna cosa en mi corazón… y dejo que esta sensación me lleve aún más a un trance sanador…puedo seguir relajándome… puedo usar todo el tiempo que estime necesario…

Y tal vez puedes poner la curiosidad en dirección a cualquier deseo o interés que tengas, puedes estar atento a cómo ese objetivo te está guiando. Por ejemplo… me quiero curar… y cuando pienso en eso, veo la imagen de unos niños jugando… respira en esa imagen… dejando que esa imagen te lleve aún más profundamente…  más profundamente en un trance de curación… más atención en tomar contacto… entrar en conexión con lo que es importante… para evolucionar.

Y tras un poco de tiempo empiezas a notar que el trabajo que querías hacer con este trance está completo… empiezas a saber que esto es suficiente por ahora… como si acabaras una deliciosa comida… un paseo por la playa… descubre una manera para estar de vuelta en esta sala en poco tiempo… en este punto del espacio… percibe la amplitud de tu mente… es infinita…

El código es aceptar lo que descubres sin juzgar… no vuelvas al mundo de los juicios donde las cosas sólo son buenas o malas… mantén tu mente en el lugar donde las cosas son lo que son y no hay ningún juicio… ni siquiera sobre ti… sólo la vida fluyendo a través de ti.

Este patrón nos formula una propuesta esencial que se repite en muchas técnicas de inducción a trance. Se basa en aceptar lo que es, mirar de frente lo que ocurre en la vida evitando, o cuanto menos, aplazando cualquier juicio. La aseveración asertiva sobre las experiencias que tenemos en la existencia reduce muchas opciones de conducta. Ante cada situación puede haber múltiples respuestas, a veces contradictorias. Nuestra propia identidad está poblada de polaridades y aspectos que configuran la personalidad y cuando rechazamos alguna de ellas porque nos parece inadecuada, en realidad la trasladamos a la Sombra, a esa parte del inconsciente que no es fácil de gobernar porque no tiene texto y tiende a convertirse en síntoma.

Los tiempos del tiempo

Eficiencia en la gestión. Dinamismo, destreza, atención simultánea, capacidad para acometer soluciones, para llenar espacios vacíos de tiempo, energía imparable, satisfacción por la tarea bien ejecutada y a tiempo. Necesidad de desconexión con el sí mismo. Acento en la programación a corto, medio y largo plazo. Importancia del Qué hacer. Manejo del tiempo en modo Chronos.

Aplazamiento del contacto con la experiencia. Tránsito desde la realidad al concepto de realidad. Tiempo mental por encima del tiempo físico. Primacía de la tarea sobre la relación. Olvido de mí mismo, abandono de la propia casa del yo. Oportunidad para que los ladrones entren a robar…

Y de repente, encuentro casual con tu mirada, roce con tu piel. Contacto con la experiencia de estar contigo. Bajada inconsciente de la velocidad mental. Referencia a lo que la vida me hace sentir. Atención plena al presente. El largo viaje al aquí y ahora. Contacto visual con tu mundo. Emergencia de sonidos significativos. Voces, músicas, brisas, agua… Fusión de lo concreto con lo eterno. Acceso al tiempo Kairós. Contacto con lo universal, sentido trascendente de lo concreto. Relación con el Para Qué. Pensamiento sistémico. Conciencia Ecológica. Percepción múltiple de la realidad.

Deseo de estar contigo, irrefrenable. De pedirte que bailes conmigo. De aprovechar el tiempo eterno, el tiempo juntos, el de estar contigo.  Casi no me atrevo a pedirlo, pero no puedo evitar desearlo. Ojalá aún llegue a tiempo, de que me dejes verte, de acompañarte, de respirar contigo.

(8 de febrero de 2024. Tren de Valencia a Barcelona)

La conciencia altera la realidad percibida. Mapifica el territorio que nos propone la vida.

Los tres lenguajes remiten al lector a su mundo interior. Y aquí radica su fuerza persuasiva. En que evita el consejo exterior del sabio y evoca la llama de vitalidad interna que la persona posee.

Solo con vivir, el significado de la existencia no alcanza. Es necesario relatar la vida en sus distintas modalidades narrativas: el sueño, el trance o el cuento.

Un comentario

  1. Pingback: Sueño: no hay luz sin sombra - Jot Down Cultural Magazine

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