En verso

El secreto del mago

HABLA EL POETA

Voy navegando
despreocupadamente
rumbo al silencio.

 

EL FIN ES EL PRINCIPIO

Al final no pensamos ni recordamos nada
que no sea el principio. La memoria es así.
Huyen los nombres propios del presente, las fechas
próximas en el tiempo, y regresan los nombres
del pasado, las frases que en la niñez remota
hirieron o salvaron. Y vuelve aquella niña
de las trenzas de oro a quien contabas cuentos
en el sillón de orejas del salón, y los naipes
con figuras de músicos ilustres que tu padre
te trajo de Alemania, y la caja de música
en la que Cenicienta y su príncipe azul
bailaban incansablemente, y las cicatrices
que honraban tus rodillas de tanto gatear
detrás de aquellas chapas con nombres de ciclistas,
y las alineaciones con tres defensas, dos
medios y nada menos que cinco delanteros,
y el día en que encontraste el tebeo imposible
de encontrar en la tienda de don César Cobelo,
y la bici BH con que ibas por el mundo
(que era entonces pequeño) las tardes de verano…
Estos días azules y este sol de la infancia:
al final solo importan las cosas del principio.

 

SOLEARES DEL SILENCIO

Era un silencio culpable:
cortaba en dos el espacio
como el filo de un alfanje.

Y el desamor se iba abriendo
paso por sus corazones
al ritmo gris del silencio.

Las palabras se agolpaban
en sus bocas, pero huían
antes de ser pronunciadas.

Era un silencio malvado.
Echaba sal en la herida.
Sabía cómo hacer daño.

Ellos lo intentaron todo
para no contaminarse
de aquel silencio ominoso.

Pero el silencio triunfó.
Sembró el terreno de minas
y acabó con el amor.

 

 

El secreto del mago
Luis Alberto de Cuenca
Visor de Poesía
(Madrid, 2023)
76 páginas
12,00 €

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