Vi anoche, viernes 10 de noviembre, en la 1 de TVE, el neowestern Comanchería (Hell or High Water) dirigido en 2016 por David Mackenzie. La cinta, un evidente homenaje a No es país de viejos (No Country for Old Men) (2007) de los hermanos Coen, tiene un plano memorable en el que Ben Foster se inmola, ante una patrulla de rangers y paisanos armados, muriendo de un balazo, un certero disparo en la cabeza obra del oficial Jeff Bridges. La imagen, casi una foto fija, dura unos breves segundos. Foster fallece en el acto, su cuerpo, sentado sobre un peñasco, permanece inmóvil, sin derrumbarse, aferrado al fusil que apoya en tierra. Pero hay un detalle que podría ser casual, no siempre el director lo controla todo, que agrandaría aún más el valor inmenso de la escena; algo se mueve entre las hierbas que rodean el peñasco, ya digo son sólo unos segundos pero un espectador atento descubrirá la cabeza de un crótalo, y luego medio cuerpo del mismo, emerger del resquicio, del mínimo espacio, del punto en el que la gran piedra no encaja con el suelo. Repito, son sólo segundos y no estamos hablando de un primer plano. Peters Travers, crítico cinematográfico de la revista Rolling Stone, escribe, quizá ignorante del hecho que narramos, quizá simple ejecutor involuntario de una coincidencia: «Un hipnótico filme moderno con la intensidad de una serpiente de cascabel enroscada, a punto de saltar».
No estoy conforme en que esta cinta sea un homenaje al trabajo de los Coen más allá del decorado. No es país para viejos era una película de serie negra ambientada en Texas y Comanchería sí que me parece un neowestern (me gusta esta etiqueta, ¿es de su cosecha?)
En cuanto a lo del crotralo, con sus antecedentes Sr, Ferrer Lerín, creo que gran parte de sus lectores no correrán a visionarla en dvd con el dedo puesto sobre el botón de pause.
La crítica catalogó «Comanchería» como thriller, pero también como western social y como neowestern (término que no es de mi cosecha). Los homenajes no requieren igualdad total entre las partes, pero la similitud en la atmósfera y el carácter entre ambos filmes es manifiesta, por no hablar de algunas secuencias, casi intercambiables, que van más allá del homenaje. En cuanto a su comentario sobre «Crótalo», creo que sobra un «no» en «no correrán», Un saludo.
Ante todo asegurarle que no deseo enzarzarme en una disputa eterna con usted, ambos posiblemente tengamos cosas mejores que hacer, solo que soy el chico nuevo en la ciudad y usted es un referente, por eso no puedo evitar intentar cruzar mis puños con usted.
No estoy interesado en la opinión de la critica ni en sus etiquetas, desde la altura moral que me dan las cientos de furgonetas que he cargado y descargado en el negocio cinematográfico, tiendo a ignorarlas.
Llamo thriller a No es país para viejos porque los mimbres morales con los que están construidos sus personajes son los del genero. En ella, todos absolutamente todos no son trigo limpio, exceptuando los femeninos, esquemáticos hasta la caricatura, como todos los de Cormac. No puedo criticar esto en exceso, las féminas a mí me salen igual, quizás porque no soy una mujer o mi capacidad de observación es la que es. Otra cosa, ¿se ha fijado que es la única novela de Cormac en que la naturaleza en principio no busca matarte?, situación que es común a todos sus otros escritos.
En Comanchería todos los personajes tienen una fibra moral que querríamos para nosotros mismos, las acciones del duo atracador están motivadas por una buena causa, la paciencia casi infinita del Marshall de origen indio, la barrera de rudeza de JB… ¿Entiende por dónde voy?
Neowestern, intente uno y me salió una novela negra, un thriller, como siempre. Anda por ahí, en los concursos.
En cuanto al “no”, este es querido y consecuencia de que lo desconozco todo sobre usted, excepto que su figura se yergue allí sobre el horizonte y que en la entrevista y articulo que le conozco se jacta de ser un fabulador inmisericorde con las formas y los momentos.
Dicho esto, si estuviéramos ambos acodados en la barra de un bar, en este momento intentaría llamar al camarero y pediría otra, para seguidamente preguntarle si está interesado en el fútbol y sin esperar su respuesta comenzar a lloriquear sobre la vergonzosa situación social del Barça, eco y muestra de la de todo este país que sufrimos. Saludos.
Pues coincidimos en lo de no enzarzarnos. En lo demás decir que no soy un teórico del cine y que mi principal interés por esta cinta radica, atmósfera aparte, en si la presencia del crótalo es o no buscada. En cuanto al fútbol… no es santo de mi devoción.