Horas críticas

Libros de la semana #135

Recomendaciones literarias de la redacción de Mercurio

Feminismo interrumpido, de Lola Olufemi (Rayo Verde)

La trivialización del movimiento feminista, o deberíamos decir mejor los feminismos, ha venido aparejada en los últimos años, al igual que ha ocurrido con todas las corrientes de activismo y pensamiento, por la máquina homogeneizadora del capitalismo. «Y en qué consiste el obsequio del feminismo sino en un cierto conjunto de formas de pensar históricamente, formas de ver, formas de desear?», se cita a la socióloga Vikki Belle en la introducción de Feminismo interrumpido. Reventar el poder, y es que ese deseo, transformado en consumo, es una de las principales formas en que el sistema convierte un asunto complejo en un mero producto, una profunda reflexión en una frase que vestir. El problema no se halla en la popularización del fenómeno, sino en el vaciamento y blanqueamiento del propio sistema que alimenta las inequidades de género y, como demuestra la autora de este ensayo, de raza, entre otras cuestiones que intersecciona en su análisis. Este libro de Lola Olufemi (Londres, 1996), una de las autoras feministas contemporáneas más audaces y prometedoras —de la que Rayo Verde publicará en 2024 su Experiments in Imagining Otherwise, que se mueve entre la prosa y la poesía—, concibe su feminismo radical como una forma de «aspirar a todo lo que se ha considerado imposible» frente a un feminismo reduccionista y de poso, aun inconscientemente, neoliberal. Contenidos virales como la charla TED de Chimamanda Ngozi Adichie que hiciera famosa Beyoncé, arguye, han llevado a un «feminismo en venta» despojado de análisis estructural, y así, pese a la importancia de la cultura pop para democratizarlo y sacarlo del ámbito académico, se pregunta si, por ejemplo, se puede abordar seriamente el problema de la «pobreza menstrual» sin acabar con la austeridad, o si las revoluciones pueden originarse, de verdad, como contenidos en los medios de comunicación mainstream dominados por grandes corporaciones. En los sucesivos capítulos de este lúcido ensayo alabado por Angela Davis, repasa los referentes históricos del activismo feminista (en particular, negro) frente a las políticas estatales, la lucha por la justicia reproductiva más allá de las leyes, la transmisoginia, la islamofobia de género y otras cuestiones cruciales con las que imaginar colectivamente todas «las posibilidades políticas que ofrece el feminismo». No se trata de reivindicar la utopía, sino de no conformarse ni comprar las supuestas concesiones de un sistema diseñado para perpetuarse por la vía del purplewashing.


La escritura como un cuchillo, de Annie Ernaux (Cabaret Voltaire)

El escritor y docente de Literatura Francesa Fréderic-Yves Jeannet, gran admirador de su compatriota Annie Ernaux (Lillebonne, 1940) y de su trayectoria por entonces —en su forma original, este libro se publicó hace veinte años—, le propuso a la hoy Premio Nobel de Literatura que emprendieran una conversación sobre su obra y «su escritura que no miente, decapada hasta los huesos», siguiendo lo que ya era un intercambio epistolar fiel y espaciado en el tiempo. Con ello buscaba que explicara las motivaciones profundas y «las circunstancias de su gesto», aunque como escribe Ernaux al inicio: «No es fácil rendir cuentas, sin unificarlo o reducirlo todo a unos cuantos principios, de una praxis de escritura iniciada hace treinta años. […] Lo que cohesiona las frases de mis libros, lo que escoge las palabras, es mi deseo, y no puedo enseñárselo a los demás, puesto que se me escapa a mí misma». Como en otros ejemplos que cita el académico francés respecto a las conversaciones con Goethe y Verne, no se trata tanto de elaborar una explicación a toro pasado de su obra como de una indagación paralela a su arte literario. Jeannet le plantea cuestiones relacionadas con las distintas etapas de su producción, su voz narrativa y la verdad, los riesgos y peligros de la escritura, las formas y los límites de la novela, la relación con disciplinas como la psicología, la culpa de clase y su discurso político, sus lecturas de referencia y no solo por quiénes escribe como lo hace sino contra quiénes, el feminismo y los vilipendios a que la someten algunos críticos o la transición a otro yo, aspecto al que Ernaux ha consagrado su escritura desde la publicación El lugar (1983, ganador del Prix Renaudot). Según ella, aquella obra inauguró una postura de escritura que sigue manteniendo, «exploración de la realidad exterior o interior, de lo íntimo y lo social en el mismo movimiento, fuera de la ficción. Y la escritura, clínica la llama usted, que utilizo yo es parte integrante de esa búsqueda. La siento como una navaja, como un cuchillo, prácticamente el arma que necesito», dice Ernaux en este ejercicio autoanalítico sin filtros, pero con toda la precisión que la caracteriza. Esta edición de Cabaret Voltaire añade dos capítulos inéditos que amplían el diálogo hasta 2021 y reflexionan sobre la recepción de La escritura como un cuchillo en 2003: la autora cita a Barthes cuando decía que «detrás del rechazo unánime de un texto, hay qué buscar qué ha herido». Lo mismo podría decirse de cualquiera de sus imponentes y afilados libros.


Por qué fracasa la política, de Ben Ansell (Península)

La desafección política no es nueva, aunque acaso en el curso de la Historia no ha habido un momento de mayor autoconvecimiento al respecto de que se trata de la única opción posible para vivir en paz —aunque no con la conciencia tranquila, en bastantes casos—. Algunas de las contradicciones del mundo contemporáneo pero también del pasado, en las que se puede reflejar nítidamente el presente, son las que señala Por qué fracasa la política, un ensayo del catedrático de Oxford, investigador y colaborador en medios como The New York Times o The Economist Ben Ansell (Palo Alto, 1977). Su enfoque esencial podría resumirse en estas palabras introductorias: «La política es un arma de doble filo: promete resolver nuestros problemas, pero también crea otros nuevos. La necesitamos, pero a menudo la detestamos. Buscamos alternativas: mercados eficaces, tecnologías avanzadas, líderes fuertes o íntegros capaces de cumplir con lo que predican; pero sin la política son dioses falsos». Por mucho que tratemos de eludirla, necesitamos la política, sostiene Ansell, y hay al menos cinco cosas a las que más o menos todos podemos aspirar, y que para él suponen los principales puntos de ruptura con la ciudadanía: democracia, igualdad, solidaridad, seguridad y prosperidad. En las cinco partes que estructuran su libro, el académico californiano se propone diagnosticar esas zonas fracturadas, partiendo de la economía política y, en cada caso, de un acontecimiento histórico significativo y reciente: desde el tercer y estrepitoso fracaso de Theresa May para sacar adelante la votación del Brexit a los agradecimientos de Jeff Bezos a clientes y empleados de Amazon tras volver de un vuelo privado por el espacio, pasando por la implementación del Obamacare en el sistema de sanidad estadounidense, el primer decreto de cuarentena/confinamiento severo en Italia y la clausura del Acuerdo de París sobre el cambio climático en 2015. La política tiende a hacer promesas sobre todas estas cuestiones que chocan con nuestros propios intereses personales, y ahí está la trampa, o las varias trampas, en que caemos constantemente. Al fin y al cabo, defiende Ansell, se trata de asumir la inevitabilidad de la política y también su falibilidad, pero en cualquier caso «las promesas contingentes de la política son preferibles a las falsas promesas de los tecnólogos y los populistas».


Triana. A través del aire, de Eduardo Rodríguez Rodway y Pablo Selma Luna (Almuzara)

En los últimos años, artistas muy jóvenes y de gran repercusión nacional han reivindicado el legado del rock andaluz encarnado en grupos tan trascendentales en la historia de nuestra música como Triana. En estas páginas Eduardo Rodríguez Rodway (Sevilla, 1945), uno de sus fundadores y el único de sus integrantes vivos, se alía con el escritor y melómano Pablo Selma Luna para revivir la memoria de aquellos turbulentos años setenta en los que nacieron con su mezcla de flamenco e influencias del rock progresivo y psicodélico, para desembocar en su consideración de emblema contracultural y en su éxito masivo y popularización en los primeros 80, hasta la muerte de Jesús de la Rosa. Precisamente a su relación con aquel genio dedica Rodríguez Rodway el prólogo de este libro: «En los momentos álgidos de nuestras conversaciones siempre nos subíamos a lo onírico, la vida de los sueños, y esos sueños los conseguimos hacer realidad para ahora, casi 50 años después del inicio del grupo y a través de dicha obra, reivindicarlos y reafirmarlos». También se suma a las palabras previas Miguel Ríos, que califica a Triana como la banda de rock más importante de la segunda mitad de los años setenta en España, por su fusión de sentimiento identitario regional e ideario tardohippie. Triana. A través del aire rastrea el origen y la esencia del grupo en una especie de historia oral trufada de crónica, con infinidad de detalles que aún sorprenderá conocer a sus más fieles seguidores: desde su génesis callejera y su ideología musical pura a los difíciles comienzos, además del recuerdo de quien fuera su líder, el citado De la Rosa, y de Juan José Palacios Orihuela Tele —tercero de los padres fundadores—, los conciertos y las grabaciones discográficas, el giro político y social del que emergió su «grito de la generación de la posguerra», junto con otros muchos hitos de su trayectoria y su leyenda. Como complemento, se incluyen declaraciones de artistas como Gualberto (fundador de Smash) y posibilitadores como Javier García Pelayo, quien fuera su mánager, así como una completa discografía acompañada por textos de Manuel Corrales Quintana. En conjunto, un libro esencial que ahonda en lo que de único tuvo Triana y en los dos factores que acaso fueron más decisivos en aquel inédito éxito del rock en español: «Por un lado, tenemos la astucia de comprender que no se consideraban ni mucho menos músicos virtuosos, y, por otro, el hecho de descubrir que como grupo transmitían como nadie con los recursos propios de su personalidad a un público ansioso de nuevas ofertas culturales en una época tan importante como fue la transición española; nunca antes nadie lo había conseguido». Tal es el peso específico del grupo andaluz más universal.

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