Quengo Tofe Papitu, de 91 años, quizá el único poeta botocudo candidato al Premio Nobel de Economía, acaba de ser padre por primera vez, y responde, con singular desparpajo, a las preguntas del entrevistador de la cadena de televisión canadiense Telelatino Network. Así, por ejemplo, cuando es preguntado acerca de su dieta, nos sorprende con una interesante revelación, dejé de comer canónicamente, dice Papitu, al cumplir cuarenta años, a partir de esa efeméride me limité a capturar, agitando violentamente mi prominente labio inferior, deformado como es sabido por la inserción de un plato labial, los insectos voladores que normalmente me acompañan dada mi proverbial falta de higiene. La Academia Sueca valorará, sin duda positivamente, los sostenibles dictados de este sabio, defensor acérrimo de la autosuficiencia trófica y del no uso de contaminantes productos de cosmética y tocador.
Morrocotudo
Fantástica escritura.