En verso

Paisaje nevado con patinadores y trampa para pájaros

A UNA TRAMPA PARA PÁJAROS

Entra. Camina con cautela,
busca en mis espacios los detalles,
como si debajo del cuadro
o de la mesita de noche
hubiera una advertencia,
un indicio que señale el lugar
donde su pie quedará enganchado,
el grillete fatal.

Si algo lo sobresaltara,
si un ruido rompiera el aire,
saldría disparado.
Por eso piso con mesura,
hago que mis manos lo convenzan.
No hay nada que lo atrape,
ningún dispositivo
hará caer la jaula.

Parado en medio del cuarto,
mi gorrioncito se quita la ropa y me besa
pero hay algo en su forma de mirar
que me perturba.

Entonces lo entiendo.
La trampa existe:
él es mi carnada.

 

A LAS ARENAS MOVEDIZAS

Solían ocupar
gran parte de mi tiempo.
Mis pasos, además de esquivar
las ravas del asfalto,
de saltar en aviones de gis,
se cuidaban de ustedes,
de no encontrarse nunca.

Eran una presencia constante
en mis sueños de verano.
Las sabía esperándome,
enroscadas y listas.
Cuántas veces me sentí atrapado
en su boca árida y espesa,
preso en su sed, en su hambre.
Aleteando inútilmente las manos
como una polilla que busca un hueco en la ventana.

¿También ustedes soñaron conmigo?
¿Se imaginaron engullendo mi infancia?

Un día simplemente dejé de pensarlas.
Me ocupé de otros miedos
más a mi alcance,
moldeados a la pequeña altura
de lo humano,
pero ustedes todavía esperan
una sola pisada en falso.

 

RAMAS PATERNAS

Un día fuimos cuatro
en la misma habitación.
Cerrábamos con llave
y las sombras se quedaban afuera
arañando la puerta.

Mi hermana dormía todo el tiempo.
Cansada por llegar al mundo
navegando en aguas ciegas,
en líquidas sombras.
Yo no podía.
Cuidaba que su sueño
no cayera de la cuna.

Mis padres aguardaban antes de comenzar.
Todo era oscuro.
Al inicio, el chasquido de los labios y las lenguas.
Luego, el sonido de las sábanas tomándose.
Frotándose
como las hojas del almendro en la ventana.

Una y otra vez.
Discretamente. Rítmicamente.

El sonido de las ramas
como de dos caderas chocando,
empujando el vidrio.
Pidiendo entrar.

 

 

Paisaje nevado con patinadores y trampa para pájaros
Orlando Mondragón
Editorial Pre-Textos
(Valencia, 2022)
66 páginas
15,00 €

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