What’s in a Name

APRENDIZAJES

La bicicleta era cromada y negra,
tenía en el manillar un listón ancho circundando
la Navidad y ruedas generosas
como parecía el mundo

Yo, la mañana siguiente,
sin saber mantener una ruta pareja,
a mi lado mi padre, sosteniendo el sillín,
su mano: ardiente hilo de plomada
en ardiente confianza

Después era su voz entrecortada
por el puro cansancio de correr,
tratando de alinear la bicicleta

Hoy, tras muchos años de gestos paralelos,
mi hija en otros caminos,
mi mano corrigiendo desviaciones de más modernas
aaaaaaruedas,
entiendo al fin que era emoción lo que se oía
en la voz interrumpida de mi padre:
miedo a que me cayera,
aun sabiendo que eran cortas las caídas,
pero ante todo la ternura de verme allí,
entrando en el mundo de los mayores,
en débil equilibrio
al borde de la salida circular de la infancia

APUNTE EN UN VUELO

No fue capaz el tiempo
del poema
de emparejar su vuelo,
un viento atrás:

al de las jóvenes cigüeñas
por el cielo,
lisas y puras

Sólo buscó el compás
en un remedo

Y el arrastrado paso
del poema
quedó en ese retraso:

el motor raso,
los dedos bajo el ala,
al revés

rasgando, sin rasgar,
el dúctil aire
de la hoja

DESNUDO: ESTUDIO EN CONMOCIÓN

¿En qué meditas tú
cuando de esa manera me contemplas,
tumbada en el sofá
diagonal al espacio en que me siento,
fingiendo no mirarte?

¿En qué piensa tu cuerpo
elástico, alargado,
listo para venir
si yo lo pido?

Orejas replegadas en refugio,
las patas recogidas,
¿qué es lo que cruza ahora el blanco de tus ojos:
luna en cuarto creciente,
un prado claro?

Y cuando duermes, como en otras horas,
¿qué sueños te recorren:
tu madre, tu botín, la mano suave, el salto
tan perfecto
y tan alto, y espigado?

¿Donde: la noche sin frío
que nos abrigará
algún día

y que ha de ser
(sólo puede ser)

igual?