En verso

Memoria albina

2

Insiste en despertarse, en volver a un origen cuya primera vez
también es blanca.
Qué importa si ahora vuelve a los tres años. Si ahora tiene
catorce, veintiséis o treinta y nueve.
El tiempo es como un ópalo rosado que guarda en la matriz un
gran secreto.

El tiempo es esa concha de la orilla.

Quien acuna a su infancia reconoce
que el misterio radica en estar vivo.

Examina la luz en la toalla y un rapto de inquietud lame su
espalda:
no soy quien represento, dice en alto. E insiste en despertarse.
Pero los hombres cuerdos le reclaman:
aaaaaaaaser más útil más fiero ser más viejo.

Quisiera estar de vuelta. Ser infante en las calles empedradas
y en la sonrisa franca de quien orina libre en la dehesa.

Ser el niño que ausculta su presente.

El miedo es estar hueco, se repite.
El miedo es incendiar esta inocencia.

Insiste en demorarse,
en rozar su toalla y descubrir
que los sueños conocen su lenguaje.

 

4

Le lanza una pelota al niño de la orilla
y sabe que jamás podrá atraparla.
Sabe que está fuera de su alcance

y sin embargo,
risa,

sonidos guturales que escarban en la arena de su estómago
igual que esas navajas enterradas,
igual que los moluscos, pequeños y brillantes,
que levantan sus pompas como ideas.

Avanza por su espalda, la pelota, y deja que se marche.

El niño reconoce el horizonte y ya no es una línea peligrosa,
es algo más amable,
como una cremallera de algodón
por la que el cielo engulle las tormentas.

 

11

Apenas la mujer se ha acuclillado y ha visto los temores
desengancha el molusco de su cuello y acerca los sonidos a su
aaaaoído.
¿Lo escuchas?, dice ella, una vez que la lluvia ya ha pasado.

La mujer le asegura que en su cuerpo
también se oye el sonido de las olas.

 

17

El loco se ha abismado.

Kilómetros de agua lo recubren y ríe sin embargo,
abraza todo el mar que lo rodea.

La dicha, piensa el loco: ignorar que la muerte nos reclama.

El origen está junto a sus manos,
en los dedos abiertos sobre el líquido manso que lo cubre
y acolcha su mirada y hasta llena de oxígeno su sangre.

El origen es él bajo ese manto
abierto al contraluz que forma el sol
con su cuerpo vertido sobre el fondo.

La dicha, piensa el loco, es este buitre blanco que ahora nada,
mi conciencia vestida de alegría.

Y no hay un solo Hombre
que ponga en entredicho
la verdad de esta vida bajo el agua.

Ni un canto de sirena ni una sola razón que contradiga
al loco en su continuo nacimiento.

 

 

 

Memoria albina
María Alcantarilla
Editorial Pre-textos
(Valencia, 2023)
72 páginas
14,00 €

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