Estar con otro

RITUAL DE INICIACIÓN

En una boda o en un velatorio,
en fila todos los hombres, las mujeres
nos explican las normas del juego:

el abuelo que rompió la pobreza
cede el vaso de agua al padre
de tres hijos, que cede el vaso de agua
al hermano, que tiene tanto futuro,
que debe cederme el vaso a mí.

¿De verdad nadie esperaba el estallido?
Añicos de agua corren
y desaparecen por el sumidero,
acaban en la laguna,
se evaporan, acaban en la manzana
que morderá otro niño otra tarde.

Sólo un cuerpo así puede
pedir perdón, correr al armario
y sustituir el vaso
sólo un niño podría.
Será tarde cuando los adultos
comprendan lo que ha ocurrido.

LOS HECHOS

Busco en su boca
la ausencia de opiniones:
acumula solo hechos probados
por los que llora de madrugada
y yo lo miro inútil.

Me enfrento a él
como lo haría a un trozo de cuarzo,
la transparencia del mineral me hipnotiza
porque no la comprendo:

una madre muerta, un padre sólo,
el desempleo de los jóvenes.
Ni siquiera tiene una vocación
más allá de dejar que la luz
le atraviese el cuerpo.

ENUNCIADO

Respiramos el mismo aire
bajo un mismo techo
y distas de mí
sólo algunos pasos.

Sé que no vas a buscar en tu mochila,
sacar un arma
y matarme,
porque una ley me protege.

Sé que puedes buscar en tu mochila,
sacar un arma
y matarme,
porque una ley me protege.

POÉTICA

No creo -de verdad que no-
que la vida sea un camino que recorrer
para encontrarte al otro lado.

Pero si me dijeran que hay un camino
y al otro lado esperas tú,

la verdad es que lo cruzaría entero,
aunque tardara toda una vida
en llegar al otro lado.