En verso

Canal

2.

Si digo que mi hermano Miguel
murió el 5 de marzo de 1975, que
mi hermano murió tres semanas
antes de su sexto cumpleaños, que
ocurrió pasado el mediodía, que la
mañana era nublada y de mucho
viento, estoy presente en la oración.
Digo: «mi hermano».

 

9.

El día de su muerte, Miguel y sus
amigos, todos mayores que yo, se
reunieron en la esquina suroeste
del bloque. Lo sé porque yo estaba
con ellos. Iban a jugar detrás de
las vías del tren, aunque teníamos
prohibido cruzar las vías. Miguel
me ordenó que regresara a casa y
no dijese nada a nadie. Yo deseaba
ir con él, recuerdo que traté y traté
de convencerlo, pero no sirvió de
nada. Me marché a casa.

 

12.

A los pocos días de morir Miguel,
mi madre escuchó una conversación
en el supermercado. Una mujer le
decía a otra que el niño campaba
a sus anchas por el barrio. Que la
culpa de todo la había tenido la
madre.

 

26.

El día que murió Miguel, el piso se
llenó de familiares. Esa noche, mi
hermana pequeña la pasó con mis
padres. A mí me enviaron a casa de
unos vecinos, un matrimonio que
tenía siete hijos. No quiero imaginar
las horas en aquella casa.

 

52.

Cuando imagino a mi hermano,
normalmente lo veo con la edad que
tendría hoy, como una presencia
que sobrevuela mi familia y cuida
de todos nosotros. Pero una noche
de insomnio, me lo figuré como
un niño de cinco años, con el
cuerpo deteriorado de un cadáver,
cubierto de hojas húmedas y barro.
Me miraba con ojos encendidos de
odio. Era un ser despiadado que
disfrutaba con nuestro sufrimiento
y se alimentaba de él.

 

 

 

Canal
Javier Fernández
Editorial Hiperión
(Madrid, 2016)
92 páginas
9,65 €

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*