AMÉ. Es incomprensible como el temblor de los álamos.
aaaaaaaaaaaaaaaaaaa[Estoy extraviado pero yo sé que amé.
Yo vivía en un ser y su sangre se reunía con mi sangre y
aaaaaaaaaaaa[la música me envolvía y yo mismo era música.
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaAhora,
¿quién es ciego en mis ojos?
Unas manos pasaban sobre mi rostro y envejecían len-
[tamente. ¿Qué fue vivir entre heridas y sombras? ¿Quién
[fui en los brazos de mi madre, quién fui en mi propio co-
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa[razón?
Únicamente he aprendido a desconocer y olvidar. Es extraño.
Todavía el amor
habita en el olvido.
LLAMAS a la luz y la luz viene como
un animal transparente. Tú
la acaricias y ella lame tus manos. Se
incorpora a tus ojos y
en tus ojos se encienden
los números dispersos.
Ante ti, la pureza y sus rectángulos:
un abismo creado por preguntas blancas
en apariencia inmóviles.
Van a surgir rostros que quizá has amado.
Sí, surgen rostros habitados y exactos
y te posee una pasión: ahora es
visible lo invisible.
Otras veces, sucede
que la luz se desprende de tus manos y
busca su libertad y se convierte en
pulsaciones, en
colores cautivos que carecen de nombre.
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaSí:
proceden del abismo. Son
frutos incandescentes, entregados
a la libertad por ti.
Y pintas lo que no existió nunca: has visto la inexistencia
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa[y la incorporas y
la inexistencia es real y es libre
incluso de sí misma.
HIERVE el rocío bajo los árboles torturados y la lluvia es
aaaaaaaaaaaaaaaaaa[negra sobre los muros y las amapolas.
¿Es ésta la tierra? Estaba limpia bajo las estrellas.
Van a pudrirse los recuerdos, va a oxidarse la nieve, hay
aaaaaaaaaaaaaaaaaa[animales muy pequeños en mis venas.
Por esto y por lo que concierne a la numeración de la tisis,
aaa[a los tumores industriales y a la metralla en el vientre de
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa[los niños asiáticos,
hay que hacer algo.
Quemar, por ejemplo, los trépanos y las finanzas financieras,
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa[a causa de lo dicho y también
para que la mierda no entre en las venas de nuestras madres
aaaaaaaaaaaaaaaaaa[y para que aún puedan sonreír un poco
antes de morir.
Canción errónea Antonio Gamoneda Tusquets Editores (Barcelona, 2016) 160 páginas 14,00 € |