Es la luz de la mañana que veo sentado en la mesa del château la que me hace desear de nuevo, al verla caer sobre las migas de pan, las copas con pozo de vino y el queso mordisqueado por roedores, los cuerpos de esas dos mujeres como si fueran […]
Es la luz de la mañana que veo sentado en la mesa del château la que me hace desear de nuevo, al verla caer sobre las migas de pan, las copas con pozo de vino y el queso mordisqueado por roedores, los cuerpos de esas dos mujeres como si fueran […]