Lem había sacado de debajo de la barra un viejo bloc de papel y un arcaico lápiz de madera con mina de grafito, y estaba dibujando algo con trazos rápidos y nerviosos.
—Si descendemos una dimensión e imaginamos la intersección de un mundo lineal con un círculo… —empezó a decir.
—Buena idea —lo interrumpió AsimoV subiéndose de un salto a un taburete para ver el dibujo—. Permíteme que pase a limpio tu boceto —añadió tras echarle una ojeada.
Cogió el bloc de manos de Lem y trazó limpiamente un círculo cortado por una recta que pasaba cerca de su centro.
—Creía que solo Giotto era capaz de dibujar un círculo perfecto a mano alzada —comentó Lem con admiración.
—Para una mano de trémula carne no es fácil —contestó AsimoV con una risita chirriante—, pero para mis extremidades metálicas lo difícil es la imperfección… Bien, lo que nos dice tu esquema es que si el mundo lineal pasara cerca del centro del círculo intersector, un hipotético gusano unidimensional que se desplazara por la línea y entrara en el círculo, saldría por el otro lado sin poder pasar a él, pues el ángulo de la línea con la tangente a la circunferencia en el punto de intersección es demasiado grande, supone un giro demasiado brusco para nuestro gusarapo.
—Pero si el círculo fuera tangente a la línea, o la intersección fuera muy próxima al punto de tangencia —añadió Lem—, tal vez el gusano unidimensional pudiera efectuar la transición.
—Estos humanos son menos tontos de lo que parecen —dijo Chess dirigiéndose a Neurénula—. Bien visto, muchachos. Si la perla gris fuera la intersección con nuestro universo de una hiperesfera pequeña, Milijon habría salido por el otro lado; pero si la hiperesfera es muy grande, nuestro gusano tridimensional podría haberse colado en su hipersuperficie.
—Máxime teniendo en cuenta que nuestro universo también es curvo —observó Lem—, con lo cual, si las curvaturas fueran congruentes, el deslizamiento sería aún más fácil. O menos difícil.
—Sobre todo si la supuesta hiperesfera es en realidad otro universo curvo tan grande como el nuestro —dijo AsimoV.
—Un poco menos —precisó Chess—, para que sea posible una intersección como la perla gris.
—Es un alivio pensar que, probablemente, Milijon haya ido a parar a un universo cuasiparalelo y no a algún sumidero espaciotemporal —dijo Neurénula tras una pausa—. Pero, siguiendo con vuestro modelo, se diría que ese hipotético universo se está despegando lentamente del nuestro, a juzgar por la progresiva disminución de tamaño de la perla gris, con lo que acabará separándose por completo y Milijon no podrá volver. Y no podemos mandar a nadie en su busca…
—Sí que podemos —replicó Chess.
—¿A quién? —preguntaron a coro AsimoV y Lem.
—A otro Milijon —contestó el metagato acariciando el aire con su peluda cola—. ¿Qué mejor manera de cerrar el círculo?
¡Otro Milijon!… Chess siempre nos sorprende con sus conocimientos y su creatividad. No sé si será posible conseguir la aparición de un Milijon menos aventurero que sea capaz de convencer a Minijon I (o tal vez sería mejor llamarlo Milijon II).
Yo tampoco lo tengo claro. Pero habrá que intentarlo… (No es una boutade: la peculiar forma de generar esta serie hace que yo mismo no sepa con certeza qué van a hacer los personajes).
No sé si sería posible, pero que aparezca en la historia cómo se va generando su contenido sería muy interesante. Quizá un caso de autorreferencia.
Te has anticipado unas cuantas semanas… (Decir más sería spoiler).