Metapoéticas. Antología de poetas hispanoamericanas contemporáneas, magníficamente editado por Milena Rodríguez Gutiérrez, María Lucía Puppo y Alicia Salomone, crea el espacio necesario para acoger la voz de aquellas poetas que han reflexionado desde la poesía sobre la propia poesía. Vosotras, poetas hispanoamericanas, que tuvisteis un lápiz guardado en el bolso, como sangre en las venas, y con él hicisteis saltar el canon por los aires, que alzasteis el cuchillo de la palabra —que «si es exacta es letal»— en mitad de la noche, que buscasteis entre «los rituales feroces de la casa» y entre tragos y caladas la verdad del poema; vosotras, que dijisteis yo y no os tembló la voz para decir que la primera persona del singular es femenino-plural, nosotras, vosotras, que hablasteis entre vosotras para decir nosotras; vosotras, que hacéis de la poesía una búsqueda y del poema un hallazgo, habéis encontrado el espacio perdido en el centro del laberinto, vuestra identidad en el intimismo del jardín, la paz en la revisión de la construcción del universo poético, y habéis cantado la creación del mundo, que es el poema, frente a los espejos: he aquí —decís— mi ancho espacio y ahí un largo tiempo, estas son mis palabras y con ellas construiré, con el sudor de mi frente, mi verso, ganaré mi pan, y esta es mi voz y esta es mi luz, la revelación de mi secreto en soledad.
¿Veis sombras? Nadie dijo que el camino fuera fácil, Sísifo-poeta, pero ya quedaron atrás la vieja condena de la mujer como prometeico castigo divino o como mero entretenimiento para el aburrido Adán. Porque ya sois libres, como el nombre que cantáis, sin signos de puntuación, tal vez porque coartan y restringen el sentido, quizá para que vuele por la planicie de la página en blanco en pos del sentido, como sutiles alas que baten el cielo, sílaba a sílaba, para hacer posible un lenguaje otro sin el asfixiante corsé de la santa patrística. Por ello desnudasteis las palabras, para que fueran signos de la desnudez de vuestro cuerpo, de vuestro sexo sin tabúes melodramáticos propios del amor burgués biempensante, en contra de vuestra sexualización, para mostrar que otro mundo es posible y que la poesía es un acto creador fecundante que limita con lo inefable; por ello, la libertad se cuela entre los espacios en blanco en la disposición gráfica de vuestros versos, por las entrañas de los americanismos y por los pliegues de la memoria.
Vosotras, que sabéis que la poesía es inútil para unas cosas, pero consuela, y necesaria, como el pan de cada día, para otras; vosotras, que sabéis que es la constatación del futuro, la huella del pasado, el certificado del cotidiano instante presente; vosotras, que sabéis que es y no es todo esto que se escapa más allá de los límites del verbo y que, sin embargo, es nada y es todo, y que el decir mismo es la ardua tarea de vuestro oficio de poeta, comprometidas éticamente, siempre social (feministas, luchadoras étnicas y de clases, contra el materialismo imperante), política (contra simios dictadores paridores de exilios) y existencialmente (contra la muerte y junto al goce de la vida), vais desde lo particular a lo trascendental como quien pasea por la calle, no con afán exhibicionista sino con actitud desmitificadora, desde una mirada a veces crítica, a veces irónica, mediante estrategias discursivas que indagan en la autenticidad del sujeto y su contexto.
Storni, Pizarnik, Kamenszain, Alaíde Foppa, Ana María Rodas, Clementina Suárez, Claribel Alegría, Gioconda Belli, Giovanna Benedetti, Mistral, Piedad Bonnett, Dulce María Loynaz, Fina García Marruz, Reina María Rodríguez, Rosario Castellanos, Cristina Rivera Garza, Blanca Varela, Idea Vilariño, Ida Vitale, Peri Rossi, Luz Machado…, todas, que sois poetas no porque os tildaran de poetisas, sino por el único medio de ser poeta, que es a través de las palabras, las que os hicieron poetas por devoción y las que os hacen ser, independientemente de cómo os llamen, llamaran o llamarán, sois las muy estimadas poetas, todas, las 189 antologadas de 19 países hispanoamericanos, las que estáis aquí presentes, citadas por falta de espacio —como vosotras—, en la extensión que se abre más allá de estos puntos suspensivos…
Vosotras, que habéis reflexionado sobre el proceso de creación poética, hermanándola con la música y la pintura, como síntoma de madurez, de dominio de la técnica del pescador de dorados peces o palabras, que habéis ido hacia el conocimiento a través de las distintas fases de la escritura, desde el misterio del origen y del silencio hasta la palabra escrita y, posteriormente, leída por el narciso-lector que, en el mejor de los casos, se asoma desde la orilla de la tradición a la caudalosa intertextualidad del poema; vosotras, que sois mujeres y poetas e hispanoamericanas, que sois, por el prodigio de espectaculares fuegos metafóricos, árbol y dais frutos, que sois hogar y habitáis en el poema, sencillo y práctico, y, sobre todo, que sois camino y acogéis el verso —viaje o sueño— con la simplicidad con que entre las viejas piedras crecen las flores nuevas; vosotras, las otrora silenciadas, tomáis la voz y la palabra en esta antología que alumbra, que sorprende, que amplía el panorama poético contemporáneo para hacerlo más fecundo, más grato, más habitable.
METAPOÉTICAS. ANTOLOGÍA DE POETAS HISPANOAMERICANAS CONTEMPORÁNEAS Autoras Varias Edición, coordinación e introducción de Milena Rodríguez Gutiérrez, María Lucía Puppo y Alicia Salomone PRE-TEXTOS (Valencia, 2024) 748 páginas 35 € |
Es una excelente obra sobre la meta poesía que por primera vez se publica sobre la obra de las poetas de hispanoamerica.